El ministro de Educación y Ciencias, Luis Ramírez, se pronunció con claridad sobre el debate recurrente en torno al cambio de hora en Paraguay, marcando distancia entre esa discusión nacional y la dinámica escolar.
Durante una conversación este martes con la 970 AM, el titular de la cartera educativa dejó sentado que las instituciones educativas del país no dependen de una legislación sobre el huso horario para modificar sus calendarios o rutinas, dado que la ley orgánica del ministerio ya otorga a las comunidades educativas la potestad de ajustar sus horarios conforme a su realidad territorial.
Autonomía escolar para el cambio de hora
Ramírez explicó que, a través de los Consejos Departamentales de Educación, conformados por actores institucionales y civiles de cada departamento, las escuelas pueden definir si inician clases a las 7:00, 7:30 u 8:00, y también establecer periodos escolares desde abril hasta diciembre, según lo consideren pertinente.
Enfatizó que esta capacidad está en plena vigencia legal y se ejerce, como ocurrió este año con el departamento de Boquerón, donde el ciclo lectivo comenzó en una fecha distinta al calendario nacional.
“La escuela no es el motivo del cambio de una ley”, subrayó el ministro, en alusión a los argumentos que colocan a los estudiantes como eje del planteamiento para una modificación del horario oficial.
Reiteró que los centros educativos cuentan con autonomía para adecuarse a las condiciones de cada comunidad, ya sea urbana o rural, y que esto ocurre sin necesidad de una reforma normativa.
Para el ministro, es un error tratar de unificar en una sola regla una cuestión tan diversa como la dinámica horaria, cuando las condiciones varían ampliamente entre Asunción y otras ciudades del interior.
Oscuridad matinal
En cuanto al argumento recurrente sobre la exposición temprana de niños a la oscuridad matinal, Ramírez reconoció que, efectivamente, los estudiantes pueden salir de casa cuando aún no hay luz solar, pero aclaró que la mayoría de las clases inician cuando ya hay claridad natural. Aseguró que la situación se agrava más en el turno tarde y noche, cuando la oscuridad se instala desde las 17:30, afectando tanto a quienes salen del colegio como a los que ingresan en el último turno.
“A esa hora hay menos transporte, más inseguridad y más dificultades reales”, recalcó.
Efectos en la salud de los niños
Sobre los efectos en la salud y el metabolismo infantil que algunos sectores alegan como consecuencia de empezar la jornada sin luz solar, el ministro manifestó que si bien respeta esos planteamientos, no existen evidencias contundentes de que esto esté ocurriendo de forma masiva en el país.
Aclaró que la exposición a luces artificiales dentro de las escuelas es mínima o nula después del inicio de clases, y que el argumento de salud mental no debe desligarse del contexto general.
Pese a esta postura firme, Ramírez no descartó la posibilidad de ajustar puntualmente los horarios escolares en invierno, reconociendo que una entrada a las 7:30 podría ser una salida razonable en algunos casos.
Sin embargo, sostuvo que el sistema educativo no ha recibido una ola de reclamos ni una presión social organizada respecto al tema. “Hay inquietudes puntuales, sobre todo en zonas rurales donde los trayectos son largos y sin alumbrado, pero no es algo masivo ni urgente”, explicó.
LEA TAMBIÉN: Se instala de nuevo el debate por el cambio de hora
Alternativa al cambio de hora
A modo de conclusión, el ministro recordó que ya existe una ley que regula el horario escalonado en Paraguay, cuya revisión podría ayudar a ordenar mejor los tiempos escolares y laborales.
Sin embargo, insistió en que cualquier análisis sobre el cambio de hora debe incorporar al comercio, la administración pública y la vida urbana en su conjunto, evitando centrar el debate únicamente en la educación.
El Ministerio de Educación prepara una mesa de trabajo para seguir escuchando las inquietudes de la ciudadanía y eventualmente proponer ajustes donde corresponda, pero deja claro que la normativa vigente ya permite soluciones prácticas sin necesidad de alterar la legislación nacional.
Ramírez sostuvo que la escuela es solo una parte del engranaje social y que su funcionamiento debe considerar las necesidades de las familias, el transporte y la realidad económica de cada comunidad.
LEA TAMBIÉN: Buscan retomar el horario de invierno para beneficio de escolares