El ministro de la Niñez, Walter Gutiérrez, exhortó no dar monedas a niños de la calle y no comprar lo que ellos vendan. Esta forma de ayuda no resuelve el problema que ellos viven, de explotación y maltrato permanente, explicó.
«Insto a no dar monedas, y no comprar nada que vendan los niños en calle, porque esto solo sigue generando el ciclo de explotación y maltrato hacia ellos», afirmó el ministro en la tarde de este lunes, al evaluar la recorrida que el citado Ministerio hizo este fin de semana.
«La erradicación paulatina del trabajo infantil y la exposición de niños en calle, requiere un trabajo con acciones determinantes», agregó.
«Seguimos haciendo los monitores y abordajes en calle. Con la Policía Nacional y el Ministerio de la Defensa Pública hicimos una recorrida en Asunción, Fernando de la Mora y San Lorenzo. Tuvimos que separar de los padres a 10 niños», informó.
«Estos 10 niños son de primera infancia y tuvimos que separarlo de quienes los explotaban sistemáticamente. Los mismos fueron protegidos al Centro del Ministerio de la Niñez, asi como también a través del programa «Familias de la Guarda», agregó.
Comentó que en varias ocasiones, los funcionarios del Ministerio de la Niñez «abordaron a las familias, ofreciéndoles los servicios del Estado, explicándoles los peligros que corren las criaturas al exponerlo en las calles. Sin embargo, las familias rechazaron una y otra vez todo tipo de ayuda; por lo que tuvimos que llegar a instancias judiciales», señaló.
Ministro de la Niñez exhortó. No hay derecho a explotar
El ministro envió un mensaje a los padres que explotan a sus hijos con trabajos de calle. «No vamos a tolerar a los adultos que lucran con el sufrimiento de niños. «Si algunos padres no quieren incorporarse a los programas sociales del Estado, están en su derecho, pero eso no le da derecho a exponer o a explotar a los niños y niñas en la calle», advirtió.
«En este contexto, quiero pedir más que nunca la colaboración de todos: «No den monedas. No compren nada que sean vendidos por un niño o una niña. Lastimosamente, ese «beneficio» no les ayuda. Al contrario, genera un ciclo de explotación y maltrato diario», concluyó.
