El análisis de la curva soberana de Paraguay permite comprender cómo evolucionan los rendimientos de los bonos emitidos por el Estado en función de sus distintos plazos de vencimiento.

Esta estructura, que se representa gráficamente como tasas de interés frente a la duración de los instrumentos, refleja tanto el riesgo crediticio soberano como las expectativas del mercado en torno a la inflación, la política monetaria y la estabilidad macroeconómica del país.
La curva soberana es una representación gráfica que muestra cómo varían los rendimientos (o tasas de interés) de los bonos emitidos por un gobierno a distintos plazos de vencimiento.
Es una herramienta clave para analizar la salud financiera de un país y cómo el mercado percibe su riesgo crediticio. Es una forma de ver cuánto le cuesta a un país endeudarse a corto, mediano y largo plazo.
Curva soberana: Paraguay, un país estable
En las últimas dos décadas, Paraguay ha logrado consolidar una destacada estabilidad macroeconómica, con un crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) del 3.6% anual entre 2003 y 2023.
Este desempeño ha sido impulsado principalmente por sectores estratégicos como la agricultura —especialmente la producción de soja y carne— y la energía hidroeléctrica, apoyado por políticas fiscales prudentes y un régimen de metas de inflación consistente.
Uno de los logros recientes más importantes fue la obtención del grado de inversión, con la mejora de la calificación crediticia otorgada por la agencia Moody’s en julio de 2024, lo cual representa un voto de confianza a la capacidad de pago del país y ha contribuido a reducir la percepción de riesgo soberano. Esto ha tenido un impacto directo en la curva soberana, especialmente en los tramos de mediano y largo plazo.
En el extremo corto de la curva, los rendimientos están influenciados principalmente por la política monetaria del Banco Central del Paraguay (BCP). Con una inflación controlada —ubicada en torno al 4.3% en febrero de 2025, según datos oficiales—, las tasas de corto plazo han permanecido relativamente bajas y estables, reflejo de una gestión monetaria creíble.
Por su parte, los tramos largos de la curva, dominados por bonos soberanos en dólares colocados en los mercados internacionales, reflejan una combinación de factores externos, como las tasas de interés globales y los precios de los commodities, junto con la percepción general del riesgo país.
La mejora en el perfil crediticio ha permitido a Paraguay reducir sus primas de riesgo, acercando sus rendimientos a los de otras economías emergentes con fundamentos sólidos.
Muestra, además, una pendiente positiva, en línea con lo que se espera de un país con fundamentos estables pero aún expuesto a ciertos riesgos estructurales. Esta pendiente refleja la prima por incertidumbre a futuro, asociada tanto a las expectativas inflacionarias como a la evolución del contexto internacional.
Emisiones exitosas
Paraguay ha emitido bonos por US$1,200 millones en su última colocación, repartidos equitativamente entre instrumentos en dólares y en guaranís.
Las tasas de cupón fueron de 6.65% y 8.5%, respectivamente, y la deuda externa en bonos internacionales asciende a US$7,990 millones.
Cabe destacar que nuestro país mantiene uno de los niveles más bajos del riesgo país –expresado en el EMBI– en la región, lo que refleja una percepción de riesgo acotada por parte del mercado.
La de nuestro país es una economía en transición hacia una mayor madurez financiera y credibilidad internacional.
Los rendimientos actuales premian la prudencia fiscal y la estabilidad macroeconómica, aunque aún persisten desafíos relacionados con la dependencia de factores externos y vulnerabilidades estructurales.
La clave estará en mantener este camino de consolidación para seguir reduciendo el costo del financiamiento y fortalecer el perfil crediticio del país en el mediano y largo plazo.
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