El periodista y escritor José «Pepe» Costa presentó su nuevo libro, titulado «Periodismo y libre expresión bajo el fuego de la narcocracia», en coautoría con Élida Acosta Dávalos.
La obra expone la sistemática violencia que golpea a los periodistas en nuestro país, enfocándose en los atentados y pérdidas irreparables que el crimen organizado perpetró, consolidándose como el principal enemigo de la prensa.
En conversación con La Tribuna sobre su libro, Costa resaltó que desde la instauración de la democracia en 1991, asesinaron al menos a 21 periodistas en Paraguay, comenzando por Santiago Leguizamón, ejecutado en Pedro Juan Caballero en una frontera controlada por redes del narcotráfico.
En cuanto a los casos más recientes, mencionó que Humberto Coronel y Alexander Álvarez fueron las últimas víctimas de esta escalada de violencia, donde el periodismo independiente se enfrenta a los intereses del crimen organizado y muchas veces los profesionales de la comunicación pagan con sus propias vidas.
El libro no solo hace un repaso de los asesinatos de periodistas en el país, sino que también aborda el patrón de impunidad que sigue vigente en la mayoría de estos casos. Según Costa, la gran mayoría de estos crímenes no han tenido justicia, pues nueve de cada diez casos permanecen impunes, lo que evidencia tanto la falta de eficiencia del Estado paraguayo como la complicidad de ciertos sectores con el crimen organizado.
Esta realidad permite que las amenazas, la censura forzada y los asesinatos sigan siendo una estrategia utilizada por grupos criminales para acallar a la prensa.
Asesinatos de periodistas en manos de la Narcocracia
En esta obra, el autor analiza en detalle algunos de los crímenes más impactantes que marcaron la historia del periodismo paraguayo, como el asesinato de Pablo Medina, a quien atacaron a balazos en una zona rural de Canindeyú cuando regresaba de una cobertura periodística junto con su secretaria, y el de Leo Veras, un comunicador que investigaba la presencia del narcotráfico en la frontera y fue ultimado en su propia vivienda.
Ambos casos son una muestra de cómo los periodistas que se atreven a exponer el accionar del crimen organizado quedan completamente vulnerables ante una estructura delictiva que opera con total impunidad.
Además, ambos autores hacen destaque a todo un capítulo dedicado a Santiago Leguizamón, cuyas funciones en la profesión fueron truncadas totalmente por el Hampa de frontera en 1991.
Para los autores del material intelectual, su muerte fue el primer y contundente mensaje de parte del crimen organizado al periodismo libre
Comunicadores obligados al exilio
Además de los asesinatos, Costa y Acosta también abordan la situación de periodistas que se han visto obligados al exilio por las amenazas recibidas. Entre ellos, figuran los casos de Cándido Figueredo y Vicente Godoy, quienes debieron abandonar el país luego de recibir advertencias de muerte y persecuciones constantes.
El autor señala que utilizan esta táctica para silenciar a quienes denuncian el poder creciente del narcotráfico en Paraguay, especialmente en las zonas fronterizas, donde la presencia del Estado es débil o inexistente.
Costa enfatizó que la mayoría de los ataques contra la prensa ocurren en departamentos limítrofes, como Amambay, Canindeyú y Alto Paraná, regiones donde las organizaciones criminales han logrado instalar un sistema de control paralelo, desafiando a las autoridades y amenazando directamente a los periodistas que investigan sus actividades.
Pese a todos los casos relatados, Costa reconoció que hubo algunas excepciones a la regla de impunidad, como el caso de Pablo Medina, cuyo asesinato es uno de los pocos en Paraguay donde se logró una condena efectiva contra un autor intelectual, lo que representa un hecho inusual no solo en el país, sino en todo el mundo.
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El sonado caso de los chats de Lalo Gómes
En el tramo final de la entrevista, Costa reveló que, debido a los acontecimientos recientes, el libro incorpora un capítulo especial sobre el asesinato del diputado Lalo Gómez, ocurrido durante un allanamiento fiscal.
Este episodio generó serios cuestionamientos sobre el procedimiento llevado a cabo, además de exponer vínculos políticos con redes criminales de la narcocracia a través de filtraciones de conversaciones privadas.
La inclusión de este caso en la obra responde a su relevancia dentro del contexto de la narcocracia y la corrupción que afectan al país, afirmó el autor.
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Sobre el libro
En la publicación, Costa y Acosta buscan ofrecer un vistazo profundo sobre la violencia sistemática que enfrenta el periodismo en Paraguay con la narcocracia, al tiempo que exigen respuestas del Estado para garantizar la seguridad de los comunicadores y el ejercicio pleno de la libertad de prensa. En un país donde el crimen organizado ha logrado expandir su influencia hasta las estructuras más altas del poder, la impunidad sigue siendo uno de los mayores obstáculos para la justicia y la verdad.
El libro y su rico contenido llegó a materializarse gracias al apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec) y se encuentra disponible en las mejores librerías de la capital o llamando al 0981 403346.
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