El ministro de Educación y Ciencias, Luis Ramírez, analizó este viernes la situación de la asistencia escolar en Paraguay a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan una realidad con matices contrastantes.
Si bien la tasa de escolarización en la primera infancia y la educación primaria alcanzó niveles altos, con más del 97% de asistencia entre la población mayor de cinco años, los números muestran una disminución preocupante en la franja de 15 a 19 años, donde la tasa de permanencia en el sistema educativo se reduce a 76,3%.
Este fenómeno no es exclusivo de Paraguay, pero representa un desafío estructural para la consolidación de una educación que garantice mejores oportunidades a los jóvenes.
Factores que influyen a la asistencia
Ramírez destacó en conversación con la 970 AM, que el abandono escolar en la adolescencia está ligado a múltiples factores, siendo la presión económica una de las principales causas. En muchas comunidades rurales, los jóvenes de 15 años ya son empujados a incorporarse al mundo laboral, dejando de lado su formación académica para contribuir con el sustento del hogar.
Este patrón responde, en parte, a la percepción de que nueve años de educación obligatoria son suficientes, ya que muchos jóvenes logran alcanzar un nivel educativo mayor al de sus propios padres.
Sin embargo, el ministro advirtió que esta decisión limita las oportunidades a largo plazo y refuerza un círculo de desigualdad donde los sectores más vulnerables siguen quedando rezagados.
Otro aspecto que influye en la deserción es la falta de oferta educativa pertinente y atractiva en la educación media. Según Ramírez, muchos bachilleratos no están alineados con las necesidades productivas y laborales de las regiones.
Como ejemplo, mencionó un asentamiento en San Pedro con 3.400 hectáreas de tierras agrícolas, donde la única opción de bachillerato disponible es humanística, sin posibilidad de formación técnica agropecuaria. Esta situación reduce el interés de los jóvenes y los aleja del sistema educativo, al no encontrar una conexión entre la formación que reciben y las oportunidades que existen en su entorno dando lugar a perder asistencia.
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Planteamiento del MEC para abordar el ausentismo
Para tratar esta problemática, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), está impulsando la regionalización de la educación media, con propuestas como la creación de bachilleratos forestales, agropecuarios y de servicios en la zona norte del país, donde se proyecta una expansión de la industria forestal y agropecuaria, junto con un aumento en la demanda de servicios en sectores como la hotelería y la gastronomía.
La idea es que los jóvenes puedan formarse en áreas con potencial de empleo en su propia comunidad, evitando así la migración forzada hacia las ciudades en busca de oportunidades laborales.
Sin embargo, Ramírez advirtió que no basta con aumentar la cobertura educativa si la calidad del aprendizaje sigue siendo deficiente.
En ese sentido, recordó que, según los resultados de la evaluación PISA, el 70% de los estudiantes paraguayos de 15 años tiene dificultades en comprensión lectora, lo que indica que el sistema educativo no está logrando desarrollar habilidades fundamentales en los jóvenes.
Para el ministro, mejorar la calidad educativa requiere un enfoque integral, donde se trabaje tanto en la formación docente como en una reforma profunda de los métodos de enseñanza.
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Potenciar el pensamiento lógico
Uno de los puntos clave es la necesidad de potenciar el desarrollo del pensamiento lógico y la comprensión lectora desde edades tempranas, asegurando que los estudiantes lleguen a la educación media con una base sólida.
Ramírez subrayó que séptimo, octavo y noveno grado deben enfocarse en fortalecer estas habilidades, incorporando herramientas pedagógicas innovadoras que permitan a los jóvenes adquirir capacidades para el análisis, la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Además, enfatizó que la educación media debe transformarse en una etapa de transición vocacional, donde los estudiantes no solo adquieran conocimientos, sino que también puedan explorar sus intereses y definir su futuro académico y profesional con mayor claridad.
En este sentido, el Ministerio busca acercar la educación media tanto al mundo universitario como al ámbito laboral, permitiendo que los jóvenes tengan opciones concretas para su desarrollo futuro.
Finalmente, Ramírez reconoció que los desafíos son amplios y requieren un compromiso a largo plazo, pero insistió en que un sistema educativo más inclusivo, de calidad y con opciones diversificadas puede marcar la diferencia en la vida de miles de jóvenes.
La clave, según el ministro, es trabajar en la formación de los docentes, modernizar los programas educativos y garantizar que cada joven paraguayo tenga acceso a una educación que realmente le permita crecer y prosperar.
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