El proyecto de ley presentado por Antonio Barrios y Gustavo Leite busca asignar 300.000 millones de guaraníes adicionales a enfermos oncológicos del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN) para garantizar la cobertura del 100% a los pacientes oncológicos.
La propuesta, concluida la semana pasada con el asesoramiento del exsenador Sergio Godoy, ha generado un intenso debate en los sectores políticos y mediáticos.
Uno de los aspectos más cuestionados ha sido el origen de la reunión en la que se elaboró el proyecto, ya que como se realizó en la residencia del expresidente Horacio Cartes, nuevamente intentó desviar la atención de un sector de la prensa. Sin embargo, los proponentes han enfocado el debate en los aspectos técnicos y financieros de la iniciativa.
Recorte de gastos prescindibles como fuente de financiamiento para oncológicos
El proyecto propone la reorientación de fondos provenientes de rubros considerados prescindibles, entre ellos consultorías, contrataciones de catering y otros gastos administrativos dentro del Presupuesto General de Gastos. Estos ajustes, que representarían aproximadamente un 15% del presupuesto en ciertos sectores, no afectarían áreas sensibles como salud pública, educación, seguridad y programas sociales.
El objetivo es que los recursos sean utilizados exclusivamente para la cobertura de los tratamientos oncológicos, evitando cualquier desvío. Los legisladores aseguraron que el monto quedaría bloqueado para garantizar su uso en el INCAN.
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El desafío de las enfermedades catastróficas
Si bien el enfoque inicial está en el cáncer, el debate ha abierto la discusión sobre el financiamiento de las enfermedades catastróficas, que incluyen insuficiencia renal, cardiopatías y trasplantes. Estas patologías representan un alto costo económico no solo para los pacientes, sino también para el sistema de salud.
Algunos especialistas sugirieron la creación de un seguro específico para estas enfermedades, con participación del Estado y de los contribuyentes. Esto permitiría una solución estructural y sostenible a largo plazo, en lugar de depender de reasignaciones presupuestarias puntuales.
Resistencia política y críticas
El proyecto ha enfrentado resistencia por parte de sectores opositores y algunos medios de comunicación, que han criticado tanto la forma en que se gestó la propuesta como su financiación. Sin embargo, resulta difícil oponerse abiertamente a la cobertura total de pacientes oncológicos, lo que ha generado un dilema en el debate público.
Asimismo, declaraciones de Sergio Godoy, en las que mencionó la posibilidad de eliminar ministerios como el de la Mujer y el de la Niñez, han añadido elementos que podrían desviar la discusión. Si bien estas afirmaciones no forman parte del proyecto de ley, han servido como munición política en el debate legislativo.
Más allá de las controversias, la propuesta podría marcar el inicio de una discusión más amplia sobre el financiamiento de la salud pública y el rol del Estado en la cobertura de enfermedades de alto costo. La clave estará en si el Congreso logra un consenso para aprobar la iniciativa sin desvirtuar su propósito original.
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