El economista Luis Rojas expresó su preocupación por la situación económica de Paraguay tras la pandemia del Covid-19 y su impacto en la población. Rojas señaló que existe una marcada inacción por parte del gobierno, con una actitud pasiva en términos de estímulo económico, crecimiento y diversificación de la matriz productiva, así como en la promoción de la industrialización.
La pandemia de COVID-19 dejó graves secuelas económicas en el país, de las que muchas familias todavía no se recuperan. En el marco de la cuarentena el gobierno había implementado algunas iniciativas para paliar el efecto económico, tras el levantamiento de las restricciones no hubo una decidida acción para la recuperación de grandes sectores de la población.
Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la pandemia ha tenido efectos significativos en el mercado laboral paraguayo. Las restricciones sanitarias impuestas y la elevada incertidumbre que persiste en la economía han aumentado la tasa de desempleo y de pobreza.
«En Paraguay en general hay mucha inacción de parte del gobierno, se percibe una actitud muy pasiva en términos económicos, de estímulo económico al crecimiento, a la diversificación de la matriz productiva, a la industrialización», afirmó Rojas.
Falta una dinámica vigorosa del sector privado
«Es muy pasiva la actitud del gobierno actual y de gobiernos anteriores. También hay una espera hacia el sector privado y hacia la inversión privada, la inversión extranjera, de que va a desarrollar la economía y generar empleos, y eso no ocurre», remarcó.
El economista destacó que a lo largo de los años, tanto en el gobierno de Horacio Cartes como en el de Mario Abdo, ha faltado una dinámica importante y vigorosa del sector privado en Paraguay.
Aunque se han observado desarrollos parciales en el sector agronegocio, inmobiliario y la maquila, no ha habido un desarrollo generalizado y oportunidades para todos.
Rojas resaltó la necesidad de una intervención más activa por parte del gobierno para mejorar la situación de los trabajadores y los ingresos.
Inflación: encarecimiento de alimentos y combustibles
“La situación es muy mala. Los ingresos son muy bajos, en un contexto de inflación de encarecimiento de los alimentos en general, transporte combustible. Hay mucha informalidad, mucho trabajo cuentapropista, de changas, de día a día. Una gran mayoría de la población está en esa situación de alta precariedad”, como efecto de la pandemia, según el economista.
En este sentido, Rojas enfatizó la importancia de la intervención estatal en varios frentes. En el ámbito rural, señaló la necesidad de apoyar a la agricultura familiar mediante investigación agrícola y medidas de apoyo en la comercialización.
Según el economista, el sector campesino podría ser un factor clave en la generación de empleo y producción de alimentos, pero requiere del respaldo estatal, que hasta ahora ha sido insuficiente.
«Lo mismo ocurre en los sectores urbanos, donde se necesita inversión pública en las pequeñas y medianas empresas, las cooperativas y las industrias», destacó Rojas.
Además, subrayó la importancia de promover la industrialización de la materia prima nacional y apoyar diferentes sectores que requieren inyección de capital y créditos.
El economista lamentó la falta de inversión en investigación y la escasa acción del gobierno en áreas como educación, salud y vivienda, que generan empleos y dinamizan la economía, mejorando así la situación de la población.
Rojas también expresó su preocupación por el futuro del país bajo el gobierno de Santiago Peña, que parece ser una continuidad de la situación actual con una marcada carga de deuda.
Señaló que se requieren nuevos impuestos para mejorar radicalmente la recaudación y los recursos destinados a inversiones en áreas clave como economía, seguridad, obras, infraestructura, salud y educación. Sin embargo, el economista advirtió que el gobierno de Peña parece que va a apostar por pocos impuestos, poca intervención y más endeudamiento para mantener el aparato estatal.
