El gran desafío del nuevo Gobierno es mitigar la pobreza e impulsar el desarrollo. Es la visión básica que debe tener el Gobierno de Santiago Peña. Para eso, tiene que rodearse de gente capaz y concentrar su atención en los cuatro puntos cardinales; este, oeste, sur y norte de la República del Paraguay.
Recibirá el país con alta deuda pública y externa, un Estado que gasta más que sus ingresos, los vicios de la mala praxis política, un Partido Colorado que juega de oficialismo y oposición, y la misma oposición que no sabe su razón de ser. O sea, Peña ya sabe lo que le espera.
A partir de ese conocimiento de su realidad debe planificar las soluciones. La mirada estratégica del nuevo Gobierno será crucial para hallar días mejores y donde Paraguay tiene el potencial para que así sea.
Veamos esas oportunidades
- La zona Este del pais cuenta con recursos suficientes que justifican, por si, hacer un foco de Estado sobre el sector. En la zona hay que cuidar el comercio fronterizo de Ciudad del Este, proteger y dar mayor seguridad a los productores de granos y sacar el mayor provecho de lo que representa la presencia de una de las mayores hidroelécticas del mundo: la Binacional Itaipú.
- En la zona Norte es crucial la aplicación de una manera de enfrentar el crimen organizado del Ejército Popular Paraguayo (EPP). Ya debe poner fin al pretexto de años sobre la vigencia del EPP. En el Norte hay que crear polos de desarrollo y con la presencia fuerte del Estado. Concepción, San Pedro y Amambay tienen que ser encarados como departamentos de suma prioridad en la colocación de inversiones.
- La zona Sur tiene que tomar un impulso similar como asume buena parte del Departamento de Itapuá. Sin embargo, es necesario que Misiones tenga un mayor protagonismo productivo. Hoy, posiblemente, sea más, o por igual, una zona más agrícola como ganadera, como se la sabía antes. Ñeembucú precisa una mayor intercomunicación. El proyecto ferroviario tiene que llegar hasta la zona, pues no vasta la salida, por ahora aún con dificultades, por el Chaco.
- La zona de Caazapá debe ser respaldada. Actualmente sigue siendo un departamento postergado. Pese a su tremenda extensión no existe polos que ayuden a su población a salir de la pobreza. Se tiene que conquistar y vender proyectos de inversiones para la zona, que bien colocadas colaborará de manera eficaz para sacar a muchos compatriotas de la situación de miseria en que se encuentra.
- Aunque está pegado a la ciudad capital, Central se tiene que urbanizar. Esta rodeado de casi 750 asentamientos, que hace del lugar inseguro. Salir de Asunción y cruzar Central puede llevar en horas pico la pérdida de más de dos horas, algo que no puede seguir dándose. Se tiene que buscar nuevas alternativas viales, amén de la soleción laboral que debe darse para quienes viven en la línea de la pobreza.
- La misma Asunción requiere de una visión de futuro. Hoy sus calles son intransitables. Debe darse continuidad s a Costanera pasando el Jardín Botánico y, tal vez, de asegurar el puente sobre el río Paraguay para trasladar parte de la población hacia el Chaco í sea parte de la solución para capital del Paraguay.
- El Chaco es tan igual o mayor en extensión que la región Oriental pero sólo concentra 160 mil personas. Es hora de desarrollar revolucionarias políticas de desarrollo en la zona. Hay que abrir nuevos caminos y hallar la solución, que es posible, con el tema del agua. Con el Chaco sigue habiendo una deuda histórica.
Con acciones rápidas, audaces, se irán dando una solución global en Paraguay. Es la forma en que el nuevo Gobierno debe enfrentar con éxito el Siglo XXII.
