ENCARNACIÓN. La hipótesis inicial de que un grupo comando de narcos paraguayos había tomado por asalto una comisaría de Eldorado y se robó varias armas, tal como se supuso en un primer momento, perdió fuerza y ahora el jefe de la repartición policial está en la mira.
El jefe de la División de Infantería de la unidad regional III de Eldorado, subcomisario Ricardo Arrúa (43) está en la mira de la investigación de un asalto al cuartel de dicha unidad policial y asesinato de un cabo primero, identificado como Mauricio Miñarro (35).
El caso pone en la mira a la policía de la provincia de Misiones, y en particular a dicha unidad policial ubicada en las afueras del centro urbano de Eldorado, ciudad fronteriza con la localidad de Mayor Otaño, ubicada a unos 180 kilómetros al noreste de Encarnación, capital del departamento de Itapúa.
Otaño es afamada porque está dentro de las “zonas calientes” del tráfico ilegal en la frontera, a través del río Paraná.
En un principio se citó que un comando de siete presuntos narcos paraguayos habrían ingresado por un puerto clandestino a Eldorado, y que al menos cuatro de esta banda atacó la unidad policial, asesinó a un policía que estaba de guardia, y se robó dos fusiles FAL (Fusil Ametrallador Liviano) y dos escopetas.
Con el correr de la investigación, sin embargo, esta hipótesis se fue descartando, y la mirada se orientó hacia los mismos agentes que cumplen servicio en la unidad de infantería de la policía provincial.
Por disposición de la jueza de Instrucción Nro. 1, María Laura Rodríguez, quien tiene la causa, el jefe de la unidad policial, subcomisario Arrúa, fue sometido a pruebas de parafina.
El citado jefe policial está a disponibilidad del comando institucional, tras ser relevado del cargo, y es el principal sospechoso, pues fue el último que estuvo reunido con el policía asesinado, la noche anterior.
El cabo de policía Miñarro, a quien le tocaba cubrir la guardia en el cuartel, que está ubicado adyacente a un aeroclub, fue encontrado muerto alrededor de las 07:30 horas de la mañana del lunes último. El cuerpo del joven presentaba una herida de bala en el brazo y el tórax.
Algunos datos que llaman la atención de los investigadores es el hecho de que el policía debía estar de guardia, sin embargo, estaba con una remera puesta, un short y zapatillas, y no con el uniforme reglamentario.
Una de las teorías que manejan los investigadores es que los asaltantes ingresaron al lugar para robarse una avioneta, pero durante la operación hicieron ruido al impactar la nave contra la pared del hangar.
Siempre de acuerdo a las presunciones, el policía se habría percatado del ruido y al ir para ver lo que pasaba fue sorprendido por los atacantes.
A medida que avanzan las investigaciones surgen más dudas que certezas sobre lo que ocurría y el manejo en la División de Infantería de la unidad regional III de Eldorado.
La familia del fallecido pide se investigue, y sospecha que el policía sufrió las consecuencias de conocer irregularidades que se cometían en la institución.
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