La ganadería paraguaya cierra el 2024, enfrentando múltiples adversidades que afectaron tanto la producción como la sostenibilidad del rubro. En entrevista con La Tribuna, Silfrido Baumgarten, ganadero de San Pedro, describió el año como uno de los peores para el gremio, debido a factores climáticos, económicos y estructurales que golpearon especialmente a las regiones del Chaco, San Pedro Norte y Concepción.
«Venimos arrastrando una sequía que ya lleva más de 15 meses. Las lluvias no fueron suficientes para normalizar el clima, lo que complicó la producción. A eso se sumaron incendios, abigeato y la inseguridad, que siempre está presente», relató Baumgarten.
El impacto se reflejó en una baja rentabilidad, con precios de la carne considerablemente inferiores a los de años anteriores, a pesar de que los frigoríficos obtuvieron mejores ingresos por exportación.
El ganadero señaló que esta disparidad en los precios desmotiva a los productores. «Invertir en ganadería no es cosa de un año; se planifica a largo plazo, en ciclos de cuatro a cinco años. Un año tan malo como este genera desmotivación, y eso afectará la inversión futura», explicó. Según Baumgarten, esto podría llevar a una reducción en la producción ganadera, dejando a los frigoríficos sin materia prima en el futuro.
Implementación de la «cuarta báscula» en la ganadería
Otro punto de conflicto es la falta de transparencia en los procesos de faenamiento. Baumgarten insistió en la necesidad de instalar una «cuarta báscula», un sistema independiente que permita a los ganaderos verificar el peso real de los animales faenados. Aunque un decreto firmado en 2019 por el expresidente Mario Abdo Benítez estableció la implementación de esta medida, hasta ahora no se ha cumplido. «Sin esa báscula, la credibilidad en el sistema es nula», sentenció.
El ganadero subrayó que no buscan un control de precios, sino un trato más justo y equilibrado en las negociaciones. «Necesitamos una simbiosis entre lo que ganan los frigoríficos y lo que recibimos los ganaderos. Si solo uno rema, el bote no avanza derecho», expresó con preocupación.
Para el 2025, el productor espera que el gobierno impulse medidas que brinden equilibrio y confianza al sector. La implementación de la cuarta báscula, junto con políticas que fomenten una distribución justa de las ganancias, son vistas como pasos fundamentales para garantizar la estabilidad de la ganadería nacional y la motivación de los productores.
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