El presidente electo, Santiago Peña, tendrá enorme desafío de levantar el sistema educativo que el gobierno de Mario Abdo Benítez, prácticamente lo tuvo abandonado en cinco años. Escuelas caídas, otras en mal estado, merienda escolar que no existe y falta de fondos para los docentes y ni que decir para la investigación, son apenas muestras del abandono del sistema.
Al iniciarse el año escolar 2023, la Dirección General de Planificación Educativa, del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), tenía registrado 9.298 aulas en mal estado y 853 escuelas y colegios con peligro inminente de derrumbe. Central, Caaguazú y San Pedro son los departamentos más críticos.
Hasta en la Capital hay escuelas que se caen y pasan año sin que el MEC le preste atención. Un ejemplo del caso es el la escuela Santa Teresita del barrio San Vicente de Asunción. Dos pabellones o siete aulas de la institución necesitan repararse, pero los reclamos de los directores al MEC por años son en vano, denunció el Sindicato Nacional de Directores.
No hay bienestar del alumno
El bienestar del alumno es lo de menos en muchos lugares del país. Un total de 382 escuelas y colegios no tienen letrina común para que los estudiantes hagan sus necesidades fisiológicas, 50 poseen letrina con un pozo ciego y 74 ni siquiera cuentan con un baño. Esta realidad se acentúa en Presidente Hayes, Caazapá, Boquerón y Canindeyú.
El agua no sólo es un elemento básico para la vida de las personas sino también consumirla es un derecho humano fundamental. Sin embargo, el Estado priva a los niños en muchas escuelas. Un total de 168 instituciones públicas deben abastecerse de un aljibe, 436 de pozo común, 29 del río y 45 del tajamar.
Por si fuera poco, 154 casas de estudios no reciben electricidad.
EXCLUSIÓN O ABANDONO ESCOLAR
Todo sigue igual. Lo normal es arrancar el año con problemas de infraestructura, escuelas caídas o estudiantes sin aulas. El 2023 arrancó con 6.000 escuelas con ese tipo de problemas. Es el área de menor interés, no sólo del gobierno de Marito sino de los sucesivos gobiernos. Lo único que cambia es la excusa.
La excusa de ahora es que no llega la donación de la Unión Europea para este año. Entonces, al no caer ese «chorro», dicha cantidad de escuelas dependerán de su suerte.
La historia inicial es que hubo protesta social contra la donación europea, y aquí se dijo que esa donación estaba condicionada con la difusión de la política de género. Entonces, el año pasado había campaña electoral y la mayoría de los políticos se embanderó con la oposición a la política de género y, durante la campaña electoral, ganó la pulseada en la Cámara de Diputados.
Así fue que la Cámara de Diputados había aprobado el proyecto de ley por el cual se deroga un convenio con la Unión Europea (UE) para la educación. Luego quedó encajonado el proyecto hasta después de las elecciones. Terminó la campaña electoral, vinieron las elecciones, y el Senado votó en contra de ese proyecto de ley. Era sólo tema de campaña electoral.
Las escuelas seguirán cayendo
Siempre falta todo para la educación. Alrededor de 6.000 escuelas no se podrán arreglar este año por falta de dinero. Con o sin ayuda europea, este caso ya está confirmado.
No solamente escuelas y colegios esperan fondos. La Universidad Nacional de Asunción (UNA) también. El MEC tenía previsto destinar un total de 17 millones de euros para la UNA. Este es otro tema que está en la incertidumbre.
También hay problemas con la falta de docentes y se necesitan unos US$ 12 millones para crear 1.400 secciones más desde la educación inicial hasta el tercero de la media.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), se destinó una inversión de US$ 100 millones en infraestructura durante el actual gobierno y más de US$ 200 millones con recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide). Sin embargo, la escuelas que se caen suman y siguen.
Sólo el 30 % de los colegios cuentan con internet y apenas 20 % tienen equipos informáticos para desarrollar las clases de computación. Esta materia de mucho valor hoy en la educación no alcanza a miles de estudiantes, por la desidia estatal.
Ministro dijo la verdad
Al inicio del 2023, el ministro de Educación, Nicolás Zárate, dijo que se necesitan USD 410 millones para que el Paraguay tenga una infraestructura acorde a las condiciones de seguridad y que “se merecen nuestros hijos”. Y lo peor es que dijo la verdad: «No ponemos a la educación como prioridad, nos peleamos en cosas vanas y perdemos el tiempo y postergamos el sueño de muchos chicos”.