En entrevista con La Tribuna, el doctor Esteban Aquino, resalta que el compromiso del gobierno paraguayo en la lucha contra el terrorismo se refleja en su alineamiento con Israel y en la decisión de reabrir su embajada en Jerusalén. Estas acciones fortalecen su rol como aliado clave en la región y abren oportunidades estratégicas en seguridad, diplomacia y comercio, mientras se posiciona como un referente ético en el escenario internacional.
Aquino, exministro de la Secretaría Nacional de Inteligencia, quien actualmente trabaja en el sector privado como analista y consultor internacional, en esta charla resalta su visión estratégica sobre la seguridad global y cómo Paraguay puede aprovechar sus relaciones internacionales para fortalecer su liderazgo y desarrollo interno.
Dada la histórica relación de Paraguay con Israel, ¿cómo valora el alineamiento del gobierno nacional en este conflicto, y qué mensaje proyecta esta postura a nivel internacional?
La postura de Paraguay en este conflicto refleja un alineamiento claro con los valores de la democracia, la paz y la seguridad internacional. Su relación histórica con Israel no solo le otorga legitimidad para expresar solidaridad, sino que refuerza su imagen como un país comprometido con los principios de estabilidad en una región marcada por desafíos. El liderazgo del gobierno paraguayo en ratificar este apoyo envía un mensaje poderoso sobre la importancia de la cooperación entre democracias frente al terrorismo y la violencia. No se puede hablar de paz sin condenar el terrorismo, y no se puede llamar al diálogo sin antes rechazar firmemente estas prácticas que atentan contra la humanidad.
¿Qué tan relevantes son las medidas adoptadas por el gobierno nacional en términos de apoyo diplomático o cooperación con Israel, y cómo pueden posicionar a Paraguay como un aliado estratégico en la región?
La decisión de Paraguay de reabrir su embajada en Jerusalén y fortalecer sus vínculos diplomáticos con Israel no solo es simbólica, sino estratégica. Esto posiciona al país como un aliado confiable y visionario en un momento en que el mundo necesita gestos concretos de apoyo a naciones que defienden su integridad y sus ciudadanos. Además, el sufrimiento del pueblo palestino y libanés tiene nombres y apellidos: Hamas, Hezbollah y el gobierno de Irán. Reconocer esta realidad permite que la región comprenda la necesidad de combatir estas amenazas desde una perspectiva integral y colaborativa.
Considerando el compromiso de Paraguay en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, ¿cómo pueden las políticas actuales del gobierno contribuir a mitigar riesgos relacionados con la expansión de conflictos internacionales en América Latina?
El compromiso del gobierno paraguayo en la lucha contra el terrorismo es fundamental para América Latina. En un contexto donde las redes terroristas internacionales buscan expandir su influencia, la colaboración de Paraguay con Israel en inteligencia y seguridad es una decisión estratégica que no solo protege al país, sino que lo posiciona como un líder regional en temas de seguridad. Condenar y combatir a organizaciones como Hamas y Hezbollah no solo refuerza este compromiso, sino que también demuestra que Paraguay no tolerará actores que promuevan el sufrimiento de los pueblos bajo su control.
¿Qué oportunidades pueden surgir para Paraguay, especialmente en sectores estratégicos como la agricultura o la tecnología, si el gobierno fortalece sus lazos comerciales y de cooperación con Israel durante y después del conflicto?
El fortalecimiento de los lazos comerciales con Israel puede abrir enormes oportunidades para Paraguay, especialmente en tecnología agrícola e innovación hídrica, áreas donde Israel es líder mundial. El gobierno paraguayo ha mostrado visión al priorizar esta relación, lo que puede traducirse en mayores inversiones y un impacto directo en la productividad agrícola, un sector clave para la economía nacional. Al hacerlo, Paraguay no solo fortalece su economía, sino que también respalda un modelo de cooperación basado en valores compartidos de seguridad y desarrollo
El atentado a la AMIA sigue siendo una herida abierta no solo para Argentina, sino para toda América Latina. ¿Cómo pueden los gobiernos de la región, incluido Paraguay, desempeñar un rol activo en la búsqueda de justicia para las víctimas, sin caer en estigmatizaciones, pero garantizando que se esclarezcan los hechos?
El atentado a la AMIA no es solo una deuda pendiente de Argentina, sino de toda la región, que tiene la responsabilidad de garantizar que las víctimas y sus familias encuentren justicia. Para ello, es fundamental que los países latinoamericanos, incluido Paraguay, trabajen en mecanismos multilaterales que destraben los procesos judiciales y avancen hacia el esclarecimiento de los hechos. Esto requiere abordar el tema con rigor técnico y sensibilidad, asegurando que cualquier señalamiento esté respaldado por pruebas claras. Un enfoque equilibrado y colaborativo no solo honraría a las víctimas, sino que también fortalecería el compromiso regional con la justicia y los derechos humanos.
Sabemos que en su trayectoria profesional usted fue amenazado por el gobierno de Irán debido a su postura y sus investigaciones relacionadas con el terrorismo internacional. ¿Cómo vivió esa experiencia y cómo influyó en su visión sobre la importancia de que los gobiernos, como el de Paraguay, respalden de manera clara y firme la lucha contra el terrorismo sin ceder ante estas intimidaciones?
Ser amenazado por un régimen como el de Irán es un recordatorio de los riesgos que enfrentan quienes defienden la verdad y la justicia en contextos internacionales complejos. Esta experiencia, aunque personal, refuerza mi convicción de que ningún gobierno democrático debe ceder ante la intimidación de actores que promueven el terrorismo o intentan silenciar voces críticas. En este sentido, la postura de Paraguay, al fortalecer sus lazos con Israel y apoyar la lucha contra el terrorismo, es un ejemplo de cómo los países pueden y deben mantenerse firmes en defensa de los valores que compartimos. Condenar a los responsables del sufrimiento, como Hamas, Hezbollah y el gobierno iraní, es parte esencial de esta lucha.
Desde su óptica, ¿cómo puede el gobierno nacional aprovechar este momento para consolidar su reputación en el ámbito internacional y proyectarse como un actor clave en la defensa de la paz y los valores democráticos?
El enfoque proactivo del gobierno paraguayo en este conflicto, basado en principios y no en intereses circunstanciales, es digno de reconocimiento. Al adoptar una postura clara de apoyo a Israel, Paraguay no solo fortalece sus relaciones bilaterales, sino que también demuestra liderazgo ético y estratégico en un mundo donde muchos evitan tomar posiciones firmes. Esta claridad puede atraer la atención de aliados internacionales y consolidar la reputación del país como un socio confiable y comprometido con la paz y la estabilidad global. No se puede hablar de paz sin condenar el terrorismo, y Paraguay ha demostrado que está dispuesto a liderar con claridad en este sentido.