Omar Paredes, técnico del Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), brindó un panorama para los productores agrícolas, sobre las condiciones climáticas y fitosanitarias que afectarán a los cultivos en el país en las próximas semanas. Según Paredes, el pronóstico hasta el 4 de noviembre indica lluvias en el Norte, especialmente en San Pedro, Canindeyú y Concepción, donde se espera una acumulación de hasta 50 milímetros.
Estas precipitaciones, aunque tardías, son una buena noticia para la región, ya que los cultivos están en etapa vegetativa y podrían beneficiarse de esta humedad adicional para fortalecer su crecimiento.
En conversación con la 780 AM, el experto adelantó que para el Sur del país, incluyendo zonas productivas importantes como Caaguazú y Alto Paraná, apenas recibirá lluvias de entre 5 y 10 milímetros, un volumen insuficiente para las necesidades de los cultivos que, sembrados a principios de septiembre, ya se encuentran en fase reproductiva.
Este déficit hídrico podría generar una merma en la producción, aunque Paredes explicó que aún es temprano para determinar el impacto total, ya que las lluvias de noviembre y diciembre serán decisivas.
“Si no tenemos lluvias normales en esos meses, sí podríamos hablar de una merma”, puntualizó.
Riesgo fitosanitario y recomendaciones para productores agrícolas
Ante las lluvias y las altas temperaturas que se esperan en el Norte, se incrementa el riesgo de ataques de hongos, una preocupación fitosanitaria recurrente en esta época. Paredes recomendó a los productores estar alerta y aplicar fungicidas tras las primeras lluvias para prevenir daños en sus cultivos.
INBIO emitirá una alerta para el Norte del país, especialmente en Boquerón y Alto Paraguay, donde también se esperan precipitaciones de entre 30 y 50 milímetros. Estas lluvias beneficiarán las zonas que más requieren agua, como el Pantanal y el Chaco, donde los agricultores enfrentan condiciones de sequía más prolongadas.
Soja y otros cultivos en espera de más lluvias
A pesar de la falta de agua en algunas áreas, Paredes aseguró que el cultivo de soja aún no está en peligro, aunque sí podría verse afectado si el déficit hídrico se prolonga en noviembre. Los cultivos sembrados en septiembre serán los más vulnerables, y es probable que las próximas semanas sean cruciales para determinar el impacto en los rendimientos.
“La próxima semana tendremos un panorama más claro sobre el comportamiento del clima y su efecto en la producción”, concluyó Paredes.
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