René Ruiz Díaz, presidente de Avalon Casa de Bolsa, revela en esta entrevista una perspectiva optimista sobre el mercado de valores paraguayo, aunque no exenta de desafíos. Ruiz Díaz destaca el avance que representa la reciente calificación de grado de inversión para el país y entidades claves, como la Agencia Financiera de Desarrollo y el Banco Continental. Sin embargo, lamenta que las empresas aún prioricen métodos de financiamiento tradicionales, limitando el potencial del mercado bursátil. Según él, Paraguay debe modernizar y agilizar sus procesos para atraer a más inversores internacionales, promoviendo la digitalización y ampliando las alternativas de inversión.
Además de sus actividades en el mundo financiero, Ruiz Díaz incursiona en la producción cinematográfica, donde enfrenta retos para posicionar el cine paraguayo en mercados internacionales. Con una visión estratégica, aboga por integrar el cine local en los hábitos de los espectadores, planteando una industria de contenido competitivo y atractivo para el público local e internacional.
Como presidente de Avalon Casa de Bolsa, ¿Cuál es su visión sobre la situación actual del mercado de valores en Paraguay?
– Mi visión sobre el mercado de valores en Paraguay es optimista, pero soy consciente de los retos. La reciente calificación de grado de inversión para el país, así como para la AFD y el Banco Continental, demuestran un avance significativo. Sin embargo, todavía no aprovechamos a plenitud el potencial que la bolsa ofrece como herramienta de financiamiento.
¿Cree que las empresas paraguayas están utilizando adecuadamente las oportunidades que ofrece la bolsa para financiarse?
Muchas empresas se centran en métodos tradicionales, y esto limita su capacidad de captar capital de manera más eficiente y a largo plazo. Es nuestra tarea diaria seguir llevando educación financiera a las empresas, y acercar a más emisores a la bolsa.
Desde su amplia experiencia en finanzas, ¿Cómo ve el desarrollo del mundo de las inversiones en Paraguay?
Veo un ecosistema en desarrollo, y avanzando hacia un proceso de maduración. La diversificación es fundamental, y necesitamos seguir creando alternativas atractivas para distintos perfiles de inversores. Se hizo un buen trabajo en cuanto a acercar alternativas bursátiles a los inversores, y nos falta crecer en cantidad y variedad de emisiones para profundizar el modelo.
¿Qué considera que falta para atraer más inversores, tanto locales como internacionales?
Antes que nada, hay que tener en cuenta que estos procesos toman tiempo. Soy optimista en cuanto a la entrada de inversores nacionales a la bolsa. Para crecer en inversores internacionales, tenemos que trabajar en simplificar y agilizar nuestros procesos, avanzar en la digitalización total de instrumentos como las acciones y los CDAs, y completar nuestra conexión a custodios internacionales. Por otro lado, nuestro país todavía es poco conocido como destino de inversión, y es importante seguir presentándonos en todos los foros y medios posibles para aumentar nuestra visibilidad global.
¿Qué impacto cree que podría tener un mayor dinamismo en el mercado de valores sobre la economía paraguaya?
Sin dudas, el mercado de valores debería ser la puerta de entrada de capitales nacionales e internacionales para financiar los grandes proyectos que deberíamos ejecutar para seguir desarrollando nuestro país. Paraguay tiene un volumen muy bajo de inversión extranjera directa, y la bolsa debería ser el canal natural para facilitar el flujo de capitales que esperamos recibir a mediano y largo plazo.
En su trayectoria financiera, ¿ha visto un crecimiento en la participación de inversores en el mercado bursátil paraguayo?
Paraguay viene experimentando un crecimiento sostenido en la participación de inversores, fruto del esfuerzo que llevamos a cabo las casas de bolsa y la Bolsa de Valores. Para consolidar el crecimiento, tenemos que seguir fomentando la entrada de emisores, la innovación en cuanto a productos, y la incorporación de nuevos tipos de activos como parte de nuestra oferta ampliada.
¿Cuáles cree que son los sectores más atractivos para los inversionistas en este momento?
Actualmente, el sector financiero sigue siendo probablemente el más relevante en la oferta de títulos disponibles. Es esperable que tomen importancia los títulos públicos y los entes como la ANDE, BNF, o AFD, y sumar de a poco los grandes proyectos de infraestructura que necesitamos ejecutar para modernizar nuestra capacidad como país. Por otro lado, más allá de los sectores, es importante que se sumen a la bolsa las grandes empresas locales que ya tienen un nivel importante de familiaridad en la vida cotidiana de nuestros inversores.
Sabemos que parte de su tiempo también le dedica a la producción cinematográfica ¿Cómo logra compaginar dos mundos tan diferentes como las finanzas y el cine?
Tengo el privilegio de poder actuar en varios sectores que son de mi interés, incluyendo el mercado de valores, el de desarrollos inmobiliarios, y la producción de cine. Aunque se trate de sectores diferentes, al final todo se centra en llevar adelante tareas concretas, partiendo del diseño de estrategias macro para cada proyecto, y formando equipos humanos de jerarquía que acompañen la ejecución. Nada es posible trabajando en solitario. Por otro lado, siempre es fundamental mantener una relación cercana con los accionistas y clientes de cada proyecto, incorporando siempre todas las necesidades y el input de cada participante.
Desde su perspectiva, ¿Qué hace falta para que el cine paraguayo amplíe su mercado y se convierta en una industria generadora de empleos?
El cine paraguayo tiene un mercado ganado, con grandes producciones que tuvieron amplio impacto a nivel nacional e internacional. Es importante sostener y crecer nuestro ritmo de producción, y no perder el prestigio que ganamos hasta ahora. El mundo del cine está en una enorme transición, con la irrupción de las plataformas digitales y el cambio en los hábitos de consumo de los espectadores. Hay que ser muy cuidadoso al desarrollar las estrategias financieras y comerciales, y adaptarse de la mejor manera posible a estos cambios.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta como productor cinematográfico en Paraguay?
En mi caso, el principal desafío sigue siendo esa relativa distancia que tenemos de los grandes mercados compradores. Todavía dependemos de muchos intermediarios, y con mi productora sigo buscando la forma de acortar la distancia, y llegar de forma más eficaz para cerrar las ventas internacionales que son fundamentales en cualquier plan de recupero financiero. Pero soy optimista que vamos a resolver esa situación. Hoy ya no se discute que podemos hacer películas muy competitivas en calidad y costo, y nos falta resolver ese paso fundamental que sigue después del estreno, y que tiene que ver con la venta exitosa a los grandes mercados.
También tenemos que trabajar en volver a habituar al público local a ir al cine, y a considerar nuestro cine nacional como una opción. La exhibición en salas no se recuperó tras la pandemia, y es un desafío volver a enamorar a los espectadores que hoy tienen mucha oferta de calidad y cantidad en la comodidad de sus casas.