El tribunal condenó al suboficial de la Policía Nacional, Herminio García Navarro, a 12 años de prisión por homicidio doloso, tras encontrarlo culpable en un juicio realizado en Ciudad del Este relacionado con un caso de gatillo fácil. La audiencia, que se prolongó por más de dos meses, concluyó el 24 de octubre con la sentencia dictada por el Tribunal de Sentencia, compuesto por los jueces Gloria Vera, Diego Duarte y Margarita Martínez.
El fiscal Edgar Benítez Delgado, representante del Ministerio Público en el caso, presentó pruebas contundentes, incluyendo documentos, testimonios y peritajes que establecieron la responsabilidad del acusado en los hechos violentos ocurridos en junio de 2019.
Para la justicia fue gatillo fácil
El crimen tuvo lugar en la madrugada del 16 de junio en el barrio San Sebastián de Presidente Franco, cuando García Navarro llegó a una estación de servicios a bordo de un automóvil negro Toyota IST, acompañado de varios sujetos.
Según la reconstrucción de los hechos, uno de los acompañantes del suboficial se acercó a un grupo de jóvenes que consumían bebidas alcohólicas junto a un auto Nissan Sunny. Luego de un breve intercambio de palabras, García Navarro sacó su pistola 9 mm y disparó, hiriendo levemente a uno de los presentes, Mariano Gutiérrez, en el hombro.
Acto seguido, el suboficial continuó su ataque, disparando contra Denis Arnaldo Martínez, quien sufrió dos impactos, uno en el brazo izquierdo y otro en el tórax, provocándole la muerte instantánea.
Al ver caer a Martínez, Víctor Manuel Lugo, amigo de las víctimas, intentó detener al agresor y desarmarlo, lo que desembocó en un forcejeo entre ambos. Durante la pelea, el suboficial efectuó otro disparo que hirió a Lugo de refilón en la cabeza. Posteriormente, los heridos fueron trasladados a un centro de atención médica.
Procesado y sentenciado
Al dimensionar la gravedad del hecho, el suboficial García Navarro escapó del lugar; sin embargo, las autoridades lo arrestaron y lo procesaron por homicidio doloso y tentativa de homicidio. En el juicio, el fiscal Benítez solicitó 20 años de pena, pero el Tribunal consideró adecuado reducir la condena a 12 años, sentando un precedente sobre el uso abusivo de la fuerza policial en el país.
La opinión pública considera la sentencia como un veredicto contundente contra las prácticas de gatillo fácil y del lado del sistema de justicia, se ejemplifica la manera con que deben actuar los agentes del orden.
Publicamos también: Comisario Fernández inicia nuevo cargo en un súper clásico
