La agricultura paraguaya enfrenta una momento económico complejo, debido a la combinación de factores claves como el Dólar alto y la caída en los precios internacionales de la soja. Según el análisis de Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), este escenario está generando una gran presión en los márgenes de rentabilidad del sector. Sin embargo, aunque el dólar alto beneficia a los exportadores, los costos operativos, en su mayoría en moneda norteamericana, siguen siendo un desafío.
Cristaldo, en charla con la 970 AM, destacó que el sector agrícola paraguayo está dolarizado en un 85%, lo que significa que la mayoría de los insumos y productos se compran y venden en la moneda norteamericana. Esto, en principio, estabiliza los costos frente a las fluctuaciones del tipo de cambio, pero, el 15% restante de los costos, como salarios y combustible, se manejan en guaraníes, lo que deja al sector vulnerable a los aumentos en estos rubros por la subida del dólar.
Caída de precios internacionales de la soja y la suba del dólar
El verdadero problema, insistió Cristaldo, es la caída en el precio internacional de la soja, que en 2023 ha llegado a niveles preocupantes. “El precio de la soja ha bajado de 300 a 200 dólares por tonelada en un año, lo que representa una pérdida de mil millones de dólares para la economía paraguaya”, explicó.
Esta caída, combinada con los costos fijos del sector, implica que los productores necesitarán aumentar su rendimiento por hectárea solo para alcanzar el punto de equilibrio.
A esto se suma la presión de la refinanciación de deudas adquiridas en 2022, tras una campaña agrícola afectada por la sequía. “Estamos en la tercera cuota de la refinanciación, lo que añade un peso financiero significativo en un contexto de precios bajos y márgenes ajustados”, añadió el productor.
Afirmó que la situación es crítica ya que si las condiciones climáticas no son favorables en los próximos meses, muchos productores enfrentarán serias dificultades para mantener sus operaciones viables.
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Niveles de los principales ríos y su impacto
Otro desafío importante es el impacto de la sequía y la bajante de los ríos, que ha incrementado considerablemente los costos logísticos.
“Todo lo que exportamos e importamos tiene un sobrecosto porque los fletes son más caros. El costo por tonelada para sacar productos del país ha pasado de 45 a 82 dólares”, explicó el presidente de la UGP. Este incremento afecta tanto a los productores agrícolas como a otros sectores de la economía, añadió.
Futuro no muy alentador
De cara al futuro, las perspectivas no son alentadoras. Las tasas de interés internacionales siguen elevadas y la Reserva Federal de los Estados Unidos no ha dado señales de un cambio importante en su política monetaria, lo que sugiere que el dólar continuará fortaleciéndose. “No vemos cambios significativos en el corto plazo que puedan aliviar esta situación”, expresó Cristaldo, aunque dejó abierta la posibilidad de que problemas en otras regiones productoras puedan mejorar los precios de la soja.
Finalizó diciendo que el sector agrícola paraguayo enfrenta un escenario de alta incertidumbre, donde los costos de producción, la caída de precios y los problemas logísticos se conjugan para poner en riesgo la rentabilidad. Las próximas cosechas serán clave para determinar si la tendencia de baja en los precios se revierte o si los productores deberán ajustarse a un entorno aún más desafiante.
