Es oportuno que el nuevo Gobierno tenga una mirada integracionista, pero con una agenda propia y no respondiendo a ideas que se quieren forzar desde afuera y que para más no producen mayor beneficio al país. Desde la reaparición de La Tribuna apostamos a un Mercosur más económico que político y en la necesidad de sacar provecho de la Hidrovía, por citar dos puntos proyectados en el Cono Sur
En nuestra página de la fecha, tomamos en parte una entrevista que brindó Santiago Peña a Infobae. Allí citó la necesidad de reformar el Mercado Común del Sur (Mercosur), para lo cual necesariamente el Gobierno debe dejar de respirar al son de los egos y aires de petulancia de Brasil y Argentina.
Cuando se firmó el Tratado de Asunción, se pensó en un Mercosur que sea el centro de unidad entre los países socios, con una administración y competencia en igualdad de condiciones. Eso nunca se produjo porque Brasil se presume un virrey en la zona, y Argentina, como mínimo, se cree hermano mayor de Paraguay.
Otro tema analizado por Peña fue la Hidrovía. Luego de años que se mantuvo en planes y amago de alguna acción, hoy la Hidrovía se visibiliza como estratégica por la pugna sobre ella de parte de Estados Unidos y China. El nuevo Gobierno debe saber que, efectivamente, el 90% de las importaciones y exportaciones paraguayas dependen de esa vía navegable.
Paraguay debe saber moverse para proteger lo suyo en ese fluido de bienes y servicios en la unión de los ríos Paraguay y Paraná. Debe ser inteligente para convivir con los vecinos Brasil y Argentina, y actuar de manera independiente a las intenciones de dos grandes potencias, como son Washington y Pekín.
Es saludable elevar el nivel de debate y que el Gobierno que asumirá el agosto próximo ya tenga en agenda los temas de valor para el país. El Mercosur y la Hidrovía lo son. Ante eso, es bueno que empiece a clarificar los objetivos y tenga personas capaces que puedan defender ambos proyectos, desde una óptica patriota y justa para la República del Paraguay.
