El aumento de la exportación de soja en granos, especialmente a la Argentina, afecta a las industrias aceiteras que usan esta materia prima para sus productos, según un informe publicado vía X por la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) que nuclea a este sector empresarial.
Conste que Cappro informó que la producción aumentó. Sin embargo, aumentó también la exportación de granos en mayor cantidad, indicó. Aunque deja entender que la soja paraguaya tiene mucha aceptación en el exterior, el problema es que eso afecta a la industria local.
El informe señala que «la industrialización de oleaginosas acumulada al cierre del séptimo mes del 2024 alcanzó 1.970.600 toneladas, un incremento del 14% con respecto al mismo periodo del año pasado y de un poco más de 158 mil toneladas con respecto al promedio para este periodo de los últimos cinco años».
Agrega que «en el mes de julio se puede observar un leve incremento del volumen procesado de oleaginosas con respecto al mismo periodo del 2023, aunque se mantienen lejos de los mejores registros para este mes».
Sin embargo, CAPPRO dice en su informe que «a pesar de este panorama que parece apuntar hacia un año positivo para la industria aceitera, la realidad es que el aumento de la molienda con relación a los últimos años guarda más relación con la mayor presión que se ejerce sobre la industria local por el considerable aumento de la exportación de granos en estado natural, principalmente hacia la Argentina.
Señala que esto «reduce considerablemente la disponibilidad de granos para este segundo semestre del año (del 2024) y que podría llevar a un cierre muy prematuro en las actividades de molienda en muchas de las industrias aceiteras del país».
Procesamiento acumulado
El informe de Cappro también señala que «el procesamiento acumulado de soja al séptimo mes del 2024 alcanzó 1.925.127 toneladas, un incremento del 15% con respecto al mismo periodo del año pasado, reduciendo levemente el ritmo de crecimiento que se observaba al cierre del primer semestre».
Explica que «este volumen representa una utilización de la capacidad nominal para industrializar del 70%, una reducción de un punto porcentual con respecto al cierre del primer semestre, pero el segundo mejor registro para el periodo en los últimos cinco años, aunque cabe destacar que todavía se encuentra muy por debajo de los mejores registros que se han alcanzado».
Sin embargo -agrega el informe- para los próximos meses de este segundo semestre del año la expectativa es muy diferente, porque en algunas fábricas se espera incluso ya no seguir agregando valor a oleaginosas en los últimos 3 a 4 meses del año, lo que llevaría a que estos números favorables que vemos actualmente se reviertan.
