Se viene la definición de los comicios nacionales. Por encima de los dimes y diretes, dirigidos por los grupos interesados, hay que mantener el ambiente de libertad que ayudará al votante a elegir libremente como mejor le parezca, el próximo domingo 30 de abril.
Se sabe que vivimos en un país con alta población en situación de necesidad, y que eso es un factor que puede incidir en el elector. Sin embargo, hay hechos y pruebas que confirman que el ciudadano, a la hora de la verdad, toma su decisión en el cuarto oscuro, incluso desafiando ofertas deshonestas.
La Tribuna confía en el pueblo paraguayo. No subestima a la gente. No creemos que las propagandas mediáticas, ni ya las electorales, a días de los sufragios, tengan el suficiente peso para modificar la convicción del voto. Por ahí, habrá personas influenciables, que siempre hay, pero poco o nada podrá definir las programadas elecciones.
A esta altura de los acontecimientos, la alta mayoría de los electores ya tiene en consideración su voto. Habrá siempre algunos indecisos, pero quienes también, creemos, votaran a conciencia.
Somos optimista que las elecciones se harán en un ambiente de tranquilidad. Al menos la ciudadanía quiere paz; está cansada de las confrontaciones y la violencia que no ayudan ni cambian nada. Esperamos que los políticos en pugna, igualmente, tengan la madurez, pongan su parte, y respeten para que en ocho días más, los electores elijan, libremente, a sus nuevos gobernantes. Así sea!
