A falta de debates y propuestas de Estado, las próximas elecciones presidenciales se destacan por los dimes y diretes en las redes sociales y en la conducta de una parte de la prensa, que juega como vocera de los candidatos. Dichas características se detectan haciendo un recorrido por Twitter, principalmente, y siguiendo la línea periodística de algunos Holding.
Atrás quedó el trabajo de alto nivel técnico dentro de un equipo de campaña, contenido que luego es presentado de manera oficial como propuesta de Estado. Los comicios del próximo 30 de abril se caracterizan, mayormente, por la guerra de guerrilla entre los bandos que militan por las redes sociales, y algunas portadas y editoriales de medios que, por momentos, olvidan la esencia del periodismo y se asemejan más a roles propios de los operadores políticos.
Las discusiones presidenciales, efectivamente, tomaron por asalto las redes sociales y ganaron espacios propagandísticos en las redacciones de los medios. Con el agregado de un ingrediente que está cada vez más vigente: Los llamados trolls en las redes sociales y medios digitales.
Son denominados trolls a los usuarios que entran en debate, más bien, de manera extremadamente radical, sin rigor con la pluralidad. Algunos lo hacen por diversión, otros con una agenda partidaria bien fija, y otros, en buen porcentaje, usan la malicia. El objetivo es destruir al otro, o al menos arruinar las conversaciones que puedan mostrarse serias. Casi siempre se recurre a la deliberada agresión y a la provocación.
Aunque quieran negarlos, todos los grupos partidarios saben que operan con algún troll en frente. Este puede ser una persona que administra una o varias cuentas en forma manual sin revelar su verdadera identidad.
La presencia del ciber militante también es notoria en la presente campaña electoral paraguaya. Son personas que ponen la cara y defienden una determinada posición ideológica en las redes sociales.
Otro hecho notorio camino al 30 de abril próximo es que los trolls operan en coordinación con cientos o miles de bots, que son cuentas que funcionan de forma automatizada. Incluso hay extranjeros contratados para dicha tarea.
En cuanto al cambio de información por propaganda en los medios, sólo es cuestión de entrar en los archivos para observar cómo juegan, principalmente, las grandes empresas periodísticas. O, en el mejor de los casos, leer las portadas de los impresos, ya sea de la presente semana o las anteriores, y luego seguir con atención para comprobar cómo operan luego en sinergia con sus multimedios; Tv, radios y digitales, que hacen de repetidoras.
Lo concreto es que los trolls, bots y parte de la prensa operan como si fueran parte de un determinado equipo de campaña, y -guste o no- son realidades del actual proceso electoral presidencial en la República del Paraguay.