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viernes, 22 de noviembre de 2024
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Observadores internacionales deben discernir sobre los riesgos electorales

Todo control es bueno. Más aún cuando es sobre instituciones públicas. Así también es buena la mesura cuando aparecen hechos y expresiones que puedan contradecir alguna lógica o poner en riesgo un trabajo consolidado. En tal sentido, merece una reflexión el anuncio que la Concertación Nacional tendrá un conteo de los resultados de las elecciones nacionales mucho antes de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) de la Justicia Electoral.

Es de derecho que cada agrupación política sea celosa y se encargue del custodio de los votos. El control nunca está de más. Jamás será insuficiente. Sólo resulta casi imposible que la Concertación Nacional, el PLRA o toda la oposición tenga la misma logística, capacitación, equipos y la reacción de la Justicia Electoral. A esta institución le llevó años hacer efectivo el TREP.

Hasta entidades iguales que la Justicia Electoral, de otras naciones, simplemente no pudieron hacer su Transmisión de Resultados Electorales Preliminares porque su calidad y precisión requieren mucho entrenamientos de los funcionarios. Ante eso, y agregando, será difícil hacer un TREP sin equipos técnicos, la debida experiencia y el traspaso fiel de los datos. Ergo, será imposible que tenga confiabilidad, con tales exigencias, el conteo rápido anunciado por la chapa presidencial, Efraín Alegre y Soledad Núñez.

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La democracia también precisa cuidar de sus instituciones. En este caso, de la Justicia Electoral, que hasta el presente justificó su razón de ser. Ante la intención de un conteo más rápido que el TREP, es necesario una atención especial de gente entendida y experta en temas electorales para probar su validez e intencionalidad, que fue de público conocimiento por medio de una conferencia de prensa.

Entendemos que los observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea y todos los órganos electorales internacionales que están llegando al país están en conocimiento del tema, que concentra éste Editorial. De ser así, sabrán delinear y discernir sobre el riesgo que puede representar el anuncio de un conteo, más rápido de la que hace la misma Justicia Electoral de la República del Paraguay.