A tambor batiente la Municipalidad de Asunción, con la complacencia y complicidad de los concejales viene impulsando el proyecto del Estacionamiento Tarifado en algunos barrios de Asunción.
Con el pretexto del ordenamiento del tránsito se pretende una vez más meter la mano en el bolsillo de los contribuyentes, para beneficiar quién sabe a qué intereses.
El proyecto del Estacionamiento Tarifado fue turbio desde su origen durante la gestión del intendente Arnaldo Samaniego. Su reemplazante interino Omar Pico, en una cuestionada maniobra adjudicó la concesión por 15 años a la empresa Parxin, cuando solamente faltaban cinco días para que asumieran las nuevas autoridades municipales electas.
El intendente entrante Mario Ferreiro, con un dictamen de la Contraloría rescindió el contrato. Pero la firma Parxin recurrió a la justicia y… oh sorpresa!!! la municipalidad perdió en todas las instancias.
De seguro se necesita ordenar el tránsito en Asunción y reglamentar el estacionamiento, pero existen una serie de factores que se debieron tener en cuenta antes de llevar adelante la propuesta.
La ciudad capital se caracteriza por tener un pésimo sistema de transporte público, situación que ha obligado a la mayoría para hacerse de vehículo, de modo a llegar al trabajo en horario y probablemente hasta más seguro.
Ahora a ese trabajador que todos los días ingresa al centro con su vehículo se deberá cargar con una erogación más para el escuálido presupuesto familiar, pagando estacionamiento.
El otro aspecto es que los sectores comerciales de Asunción cada vez están más alicaídos por la inseguridad y la falta de movimiento. Recorrer el microcentro transmite el triste panorama de locales cerrados y con carteles de “se vende” o “se alquila” a cada centímetros de una cuadra. En las condiciones actuales aplicar el estacionamiento tarifado será el mazazo final a la actividad comercial en la capital del país.
De hecho la actividad comercial que antes caracterizaba a la capital, hace tiempo ya ha migrado hacia otros puntos del Area Metropolitana, porque las autoridades de Asunción solamente utilizaron la municipalidad para llenarla de funcionarios, convirtiéndola en una institución paquidérmica que solamente recauda para pagar salarios.
Lo lamentable es que tiene que ser la ciudadanía nuevamente la que debe dejar sus horas de descanso o de trabajo para salir a manifestarse y recolectar firmas, a fin de lograr poner freno a este despropósito, que nuevamente pretenden llevar adelante. Esto sucede porque en la Junta Municipal de Asunción no hay concejales opositores, dignos representantes de los intereses ciudadanos, sino sinverguenzas que una vez sentados en sus curules solamente aprovechan ese espacio para llenarse de privilegios y responder a otros intereses.
Está visto que el mentado Estacionamiento Tarifado lejos de tener como intención ordenar el tránsito, responde solamente al interés de los concejales y del intendente de recaudar más. Así aumentarán los recursos para seguir pagando salarios y dietas, sacando el dinero del bolsillo de los castigados contribuyentes.
Una verdadera vergüenza!