Apenas había iniciado su gobierno y el presidente Mario Abdo Benítez comenzó a recorrer el mundo. Tres meses después de ocupar el sillón del Palacio de López ya había realizado 4 viajes al exterior y era objeto de críticas en las redes sociales. Las burlas apuntaban que Abdo pasaba más tiempo en el exterior que en el país.
Se entiende que un jefe de Estado debe participar de encuentros importantes y reunirse con otros presidentes para la firma de documentos y acuerdos, pero Abdo Benítez se ha caracterizado por abandonar el país por cualquier motivo y realizar visitas que no aportan nada a la nación.
Así por ejemplo, aprovechó su último viaje a Italia para realizar una visita privada al Papa Francisco, para llevarle chipa. Mientras, en el país se afrontaba la preocupación porque la Argentina estaba imponiendo un peaje en la hidrovía a las embarcaciones paraguayas.
Posteriormente, Abdo volvió a viajar a Miami (EE.UU), para participar de la boda de la modelo Nadia Ferreria.
En estos días, faltando solo algunos meses para que entregue su mandato el presidente con una nutrida comitiva viajó a Emiratos Árabes Unidos y luego pasó a visitar nuevamente la República de China Taiwán, donde continúa participando de eventos y reuniones.
¿Qué beneficios puede traer para el país los viajes del presidente? Sobre todo estos últimos, cuando ya está jugando los minutos del descuento para entregar el poder. A todas luces, los viajes de Abdo Benítez y esposa son viajes de placer, a costa del erario público.
Mientras, la pareja presidencial se pasea por el mundo, el país se debate en la inseguridad que golpea todos los días, con fuerza en todos los confines de la República.
El martes fue asesinado un periodista en Pedro Juan Caballero. Tres trabajadores de prensa perdieron la vida en manos de sicarios, durante el gobierno de Abdo Benítez. Todos los casos permanecen impunes. Las investigaciones no prosperaron y la policía, que la mayor parte de las veces está al servicio de los delincuentes, busca aristas para justificar el crimen, antes que dar con los autores morales y materiales.
Para completar este dantesco panorama que el presidente prefiere ignorar, la población está agobiada por una epidemia de dengue y chikunguña, enfermedades transmitidas por un mosquito, que están cobrando vidas de compatriotas. Todo esto ante un gobierno ausente, anestesiado e incapaz.