Donald Trump se prepara para un baño de masas en la Convención Republicana que se inicia este lunes y que le va a elegir candidato del partido republicano a la presidencia de Estados Unidos. Lo hace tras el intento de asesinato perpetrado este fin de semana por Thomas Matthews Crook durante un mitin en Butler, Pensilvania. Trump había expresado su intención de elegir a su vicepresidente hoy, antes del inicio de la Convención o durante el mismo.
Luego del ataque fallido del sábado encumbró todavía más al expresidente, según anuncian las encuestas. Las probabilidades de que Trump gane la presidencia han pasado de 59 centavos por dólar a 66 centavos, según PredictIt. Esas probabilidades aumentaron hasta el 70%, según Polymarket.
Los republicanos tienen a un candidato, que se diría imparable, y un programa electoral. Lo aprobó la cúpula del partido hace una semana. Cuenta con un plan de 20 puntos y un documento ampliado de 16 páginas que traza la hoja de ruta del que sería el segundo Gobierno de Trump. El programa incluye la mayor deportación de la historia.
Trump debe elegir a su vicepresidente, lo único que falta entre los republicanos. Se espera que Trump anuncie el nombre al comienzo de la Convención Nacional Republicana, cuando reciba la nominación formal del partido para la presidencia.
El expresidente ha dicho en los últimos días que redujo su lista de posibles compañeros de fórmula a cuatro hombres. Ha comparado el proceso con su antigua reality de televisión El Aprendiz. «Es como una versión muy sofisticada de El Aprendiz», ha dicho Trump sobre su proceso de selección.
«Me encantaría hacerlo en la convención, o justo antes de la convención, que sería… o justo antes de la convención, como el lunes», declaró el viernes pasado al programa The Clay Travis & Buck Sexton Show, antes del atentado frustrado que sufrió en Pensilvania.
«Tengo algunos candidatos muy, muy buenos. Puede que me esté inclinando hacia un lado, y eso cambia algunas veces», dijo. «De repente ves algo que te gusta o no te gusta y te inclinas un poco diferente. Pero tenemos un buen banquillo. Tenemos un banco muy bueno».
Cuatro nombres, seguramente tres
En el banco de este «aprendiz» aparecen los senadores Tim Scott, Marco Rubio y JD Vance; el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum; y su ex secretario de Vivienda, Ben Carson. A puerta cerrada, Trump se ha mostrado interesado por Vance, Burgum y Rubio. Pero, según el New York Times, el expresidente ha pedido opiniones sobre Scott y sobre Ben Carson, neurocirujano retirado y ex secretario de Vivienda durante su Gobierno.
Para decidirse, el equipo de Trump ha estado sometiendo a los candidatos a una serie de entrevistas, en las que también han estado sus parejas. Sí, es una especie de casting.
Más allá de Carson, los candidatos fijos en las quinielas de los medios norteamericanos son Vance, Rubio y Burgum. Prueba de ello es que tras el atentado fallido del sábado los tres hicieron rápidamente declaraciones expresando su preocupación por el expresidente.
El nombre del que sea vicepresidente de Trump, en caso de que éste gane las presidenciales de noviembre, no lo es tanto por el presente de 2024, como porque el escogido quedará impulsado para la carrera presidencial de 2028. El elegido se convertiría probablemente en el favorito inmediato para la nominación presidencial republicana dentro de cuatro años si Trump ganara un segundo mandato, el límite constitucional.
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