Las grandes embarcaciones quedan varadas en varios tramos del río Paraguay por la crítica situación de la bajante de este río. Tanto en el norte y en el sur del país hay barcos grandes que no pueden movilizarse. Eso genera preocupación para el sector de la industria, el comercio y ni que decir para los consumidores. El cobro de flete fluvial resuelto por Argentina a la altura de la ciudad de Santa Fe quedó en segundo plano frente a esta situación.
Por un lado, las informaciones que llegan desde el norte indican que Bahía Negra queda prácticamente aislada porque los suministros para esta localidad que generalmente llegan por barcos ahora se retrasan. Por otro lado, la noticias que llegan desde el sur, dicen que muchas embarcaciones no pueden subir por el río Paraguay hasta Asunción por las pocas aguas.
En el sur, las grandes embarcaciones que viajaron a Uruguay a su vuelta quedaron varadas frente a la localidad de Humaitá (Ñeembucú). Generalmente son transportadores de granos y de artículos de importación. Hasta los barcos más pequeños que van aguas abajo tienen inconvenientes. Los navieros informaron este viernes que el problema más grave está para los viajeros por aguas arriba. Llegar hasta Asunción es difícil.
Los costos de las mercaderías de por sí subirán por el sólo hecho de que los gastos aumentan cuando los barcos quedan varados. Los navieros hablan de que suele bajar el río a esta altura del año, pero la situación es peor al inicio del 2023.
En el norte, resulta que el problema de la bajante del río ya deja aislada a la población de Bahía Negra, Chaco, frontera con Brasil. «Está bastante bajo el nivel del río que no recupera su nivel normal. Los del lado brasileño también están pasando por la misma situación. Las embarcaciones que suelen traer los víveres están con problemas para arribar el río”, dijo el intendente de Bahia Negra, Joao Ferreira, en entrevista con radio 780 AM.
«En Bahía Negra no tuvimos lluvias muy grandes. Tuvimos lloviznas de 5 milímetros, una lluvia grande de 30 milímetros, pero eso no es suficiente. Hasta ahora lo que cayó acá en Bahía Negra no es ni la mitad de lo que se necesita para asegurar otra vez la navegabilidad», indicó.
Sobre la posibilidad de que las mercaderías lleguen por vía terrestre, señaló que es difícil. «La circulación de los camiones está complicada por los últimos chaparrones y por la falta de caminos de todo tiempo. En estos momentos hay dos tramos bloqueados y complica el arribo de los alimentos. Por esta zona, las pequeñas lluvias también complican», indicó.
El intendente dijo que en Bahía Negra «estamos atrapados, porque por río no podemos navegar y el camino de tierra no está en buenas condiciones, ahora mismo estamos aislados”, expresó preocupado.
Señaló que las pequeñas lluvias no es solución para la zona, al contrario, al final son problemas también. «Nosotros necesitamos lluvias grandes para que los barcos puedan moverse con las mercaderías. Hasta ahora no llueve ni la mitad de lo que esperamos», sostuvo.
En la zona de Bahía Negra y alrededores de hecho siempre fue así. El Estado le tiene marginada a esa región donde no existe caminos transitables todo tiempo, no existen rutas asfaltadas y lo que tienen dinero se mueven con sus pequeños aviones. La llegada de los alimentos dependen del tránsito fluvial.