Terminada la Segunda Guerra Mundial, Ferruccio Lamborghini, que había servido en un destacamento de transporte para el Ejército Italiano, comenzó a comprar sobrantes de vehículos militares para convertirlos en maquinaria agrícola. Tal fue el éxito de su nuevo negocio que, en 1960, Lamborghini ya era el tercer fabricante industrial italiano en el sector de la construcción de maquinaria agrícola, especialmente de tractores.
Con las ganancias obtenidas, Ferruccio empezó una vida opulenta, adquirió algunas propiedades y, sobre todo, muchos coches deportivos como Alfa Romeo, Mercedes-Benz, Lancia, Maserati y Ferrari. Era un admirador de Enzo Ferrari por la forma en que mantenía su empresa, pero siempre tuvo una dificultad: Ferruccio tenía problemas mecánicos con sus Ferrari. El motivo en particular, y la gota que colmó el vaso, fue el embrague de su Ferrari 250 GTB. Tras numerosas revisiones en el taller mecánico, todavía fallaba. Ferruccio decidió comunicarlo a uno de sus mecánicos quien, tras desarmarlo y verificarlo, descubrió que era el mismo que utilizaba en sus tractores, pero con un precio más alto al estar en un automóvil deportivo, lo que le enfureció. Cansado de tener que soportar estos inconvenientes, entabló una conversación con el mismo Enzo Ferrari que pasó a la historia. En ese dialogo Lamborghini increpa a Ferrari sobre la problemática de sus vehículos, y Ferrari le contesto que un fabricante de tractores no podía entender de coches, menos de sus automóviles
A partir de esta curiosa discusión, el iracundo propietario empezó a maquinar la idea de fabricar automóviles deportivos para competir con la marca del Cavallino Rampante. El primer Lamborghini fue el 350 GT, luego llegaron el 400 GT y el que fue conocido como el primer super deportivo: el Miura, que se presentó en el Gran Premio de Mónaco, diseñado por Marcello Gandini para la casa Bertone. Llegaron luego variantes SV, J y la XQ de carreras.
Paralelamente a los super deportivos con motor V12, se iba realizando otro modelo menos potente y «accesible», como el Urraco de 1972 con motor V8. Todos estos nombres son españoles y relacionados con la tauromaquia, que era la pasión de Ferruccio Lamborghini. Miura es un antiguo criador de toros bravos; Islero fue el célebre toro que mató al famoso torero Manolete. En general cada nombre se toma de un toro bravo «indultado», esto es, que se le haya perdonado la vida por su bravura y coraje en la pelea contra el matador, y era destinado a semental. Tales características eran afines con los automóviles, siempre según Ferruccio Lamborghini. De ahí el logotipo de la firma, que lleva por nombre «Toro de lidia» («Raging Bull»).
Ya en los años 1990, apareció el sustituto del Countach; era el Diablo, cuyo nombre viene de un bravo animal del siglo XIX lidiado por el torero Chicorro, el cual reclamaba para sí, como ya era costumbre en los modelos con motorización V12 de esta marca, el título de coche de producción más veloz del mundo, al superar los 320 km/h (199 mph).
Se realizan numerosas variaciones con base «Diablo»: el «Lamborghini VT» de 1993 con tracción en las cuatro ruedas, el «SE30» de 1994 que conmemoraba los 30 años de la factoría, el «SV» de 1996 o «Super Veloce», puesto a punto para velocidad… Pero, a pesar de estas obras maestras, Lamborghini no podía repuntar económicamente, lo que le llevó a estar al borde de la quiebra en 1998, año en el que se integró al Grupo Volkswagen. Finalmente, los últimos Diablo «GT» de 1999, «GTR» de 1999 y «VT 6.0 SE» de 2001 desaparecen y dan paso al «Murciélago» en 2001, que era un toro «indultado» por batallar en una lucha feroz contra el torero Lagartijo; y al menos potente Gallardo en 2003, que hace referencia a una casta de toros bravos, del encaste de Pablo Romero.
A principios de 2003, hubo un acuerdo con el equipo alemán Reiter Engineering para introducir el primer Lamborghini estrictamente de competición en carreras de la FIA GT. La idea de las carreras para Lamborghini había sido descartada ya en sus inicios porque, según las palabras de Ferruccio, «las carreras son el modo más rápido de arruinarse, yo compito en la calle». Para ello hubo que adecuar el Murciélago bajo las estrictas normas GT, bajo el nuevo Murciélago R-GT y, más tarde, con el Gallardo GTR. Ambos hasta la fecha han tenido un éxito moderado, pero de considerable importancia en la marca para el desarrollo de futuros proyectos.
La empresa celebró sus 40 años en 2003 cuando se encontraba en su mejor momento, ya que había cuadruplicado sus ventas en el mundo y, en 2004, creó el modelo «Murciélago Roadster» y, en 2005, el «Gallardo Spyder». En 2006 se lanzó la evolución con base «Murciélago» llamado «LP640», la edición limitada «Reventón» y el «Gallardo Superleggera» en 2007; y en 2008 fue lanzado el Estoque.
La legendaria marca es considerada actualmente una de las mejores en automóviles deportivos de alto perfomance, muy deseado por grandes figuras del deporte, el espectáculo y millonarios de todo el mundo. Esto es LAMBORGHINI 2024