Falleció Washington Rodrigues, el más longevo y apreciado de los comentaristas deportivos cariocas, que a los 87 años de edad seguía desempeñándose como principal crítico de futbol en la Super Radio Tupi de Rio de Janeiro, conduciendo también el programa central de la tarde de la popular emisora.
Fue un pionero en su primera época de reporter de campo, en utilizar los micrófonos sin cables (junto a Dení Menezes) trabajando ambos para Radio Globo, la primera que introdujo en Brasil la tecnología inalámbrica utilizada por los astronautas estadounidenses en la misión del Apolo XI. De ahí su mote de «Apolinho» como popularmente desde entonces se lo conoce.
Su deceso se produjo en el Sanatorio Samaritano de Barra da Tijuca donde fue internado para un tratamiento a raiz de un cáncer, que obligó tiempo atrás a una intervención quirurgica.
Pese al severo inconveniente físico que soportaba, el octogenario comunicador continuaba activo e incluso, su hija Patricia comentó en su velatorio tras colocar una bandera de Flamengo sobre el féretro, que el veterano periodista celebró los goles del club de sus amores contra Bolivar, partido que acompañó en sus últimos momentos, sin poder desprenderse de su gran pasión por el rubronegro.
Despues de ser velados sus restos en la propia sede de Flamengo, centenares de aficionados de todas las «torcidas» acompañaron el sepelio de sus restos esta tarde en el Cementerio de Botafogo de Rio, ciudad donde nació el 1 de setiembre de 1936. En su historial figuran coberturas de once copas del mundo de futbol.
El relator del partido Flamengo-Bolivar por la Libertadores, Luiz Penido, interrumpió su narración y no pudo contener el llanto al hacer el anuncio de su fallecimiento, que sorprendió a sus compañeros de Tupi en plena transmisión del partido.
Washington, conocido también por su apodo de «Apolinho» ocupa una importante etapa que se prolonga por más de medio siglo en la historia de las transmisiones futbolísticas siendo todo un ícono del periodismo deportivo brasileño y un ejemplo de ecuanimidad y profesionalismo, sin ocultar su reconocida por el mismo, afición hacia el Flamengo.
