Nacional hizo un gran esfuerzo. Jugó de visitante en “La Caldera del Sur”, el estadio Gonzalo Pozo Ripalda en la ciudad de Quito a 2850 metros sobre el nivel del mar, contra Aucas, contra la altura, sin su técnico titular Juan Pablo Pumpido (quien no viajó afectado por dengue) y hasta con una máxima sanción en contra (penal en la agonía del partido) y terminó sin aguantar hasta el final pese a un planteo que le dio rédito para traer un empate hasta las postrimerias de la jornada. Pero esa táctica fue vulnerada en su vigencia y resistencia a solo seis minutos del final del partido.
La jugada clave fue la falta que le cobraron a Ojeda contra el colombiano Jeison Medina Escobar, que el mismo convirtió para darle la victoria a un equipo que de otra manera, por más que fue dominador del juego no mostró virtudes para superar la defensa paraguaya en la que destacó la garantía que ofreció el golero internacional Antony Silva, figura descollante en su equipo.
Despues del gol ecuatoriano pudo llegar la representación paraguaya a restablecer la paridad. Pero el gran rescate efectuado por Rodrigo Arevalo, no lo supo aprovechar Alfaro por lo que ya no hubo cambios.
Pese al contraste, Nacional dejó la senscion de poder dar vuelta la serie, en la que la diferencia que sacó el cuadro quiteño ha sido la míjima, cuando se juega la revancha, el jueves que viene en el Defensores del Chaco.