Toda una historia detrás de Ariel Villalba Luque, un joven de Alto Paraná quien fue el único representante paraguayo entre 60 países que participaron la semana pasada en el Wako Juvenil disputado en Italia. Vale la pena el premio que trae por su tenacidad para alcanzar los objetivos.
La Word Association of Kickboxing Organizations (Asociación Mundial de Organizaciones de Kickboxing o Wako por sus siglas en inglés), organizó un mundial juvenil de esta disciplina de las artes marciales en Italia.
Villalba fue el único paraguayo en la lista y superó a rivales de diferentes países, lo que le valió la medalla oro para nuestro país.
Llegar a donde llegó fue muy difícil, en Paraguay nadie creyó en la posibilidad de que pueda llegar al sitio donde está. Pese a que las personas que lo conocen saben de que es tan dedicado a las artes marciales, aquí en Paraguay sólo un puñado de personas confió en sus posibilidades.
Como no obtuvo apoyo localmente, desde Brasil ayudaron para que vaya a Italia, en agradecimiento, Villalba Luque salía con dos banderas al ring, una brasileña y otra paraguaya.
Además, las ganas de estar presente en el Wako juvenil fue tanta, que sus amigos consiguieron buena parte de los gastos en el semáforo, moneda por moneda que fue al fondo común, hicieron posible esta medalla que trae al Paraguay.
Ariel, a sus 16 años, es un experto en artes marciales, siguió los pasos de su padre Aldo “Coloso” Villalba, no pudo ocultar el orgullo que siente por su hijo, pero lamentó la poca confianza y ayuda que viene de parte de las autoridades.
De hecho, la municipalidad de Hernandarias, su ciudad de residencia, no acepto una propuesta de intercambio laboral para que Villalba Luque enseñe artes marciales en la sede social de la comuna a cambio de una ayuda para solventar sus gastos en el mundial organizado por Wako.
Con los primeros escollos superados y ahora más tranquilo, a lo mejor Ariel y otros futuros deportistas tengan mayor inversión porque si se es tenaz, se consigue lo propuesto.