Las efemérides de hoy traen la recordación a uno de los integrantes del Trio Olímpico, que fue el primer representante paraguayo en los juegos olímpicos de Londres 1948, mucho antes de la fundación del Comité Olímpico Paraguayo y de la primera competencia cumplida por un atleta nacional, Rodolfo Alfredo Da Ponte, veinte años después en Ciudad de Mexico.
Un día como hoy, 30 de agosto de 2018 falleció en Salto del Guairá a los 91 años, Albino Quiñonez, el último sobreviviente de aquella agrupación, que también conformaron Eladio “El Grande” Martínez y Emigdio Ayala Báez.
Vale resaltar, a propósito de esta evocación, detalles que poco se conocen respecto a la razón de la conformación de este trío y como fue para que se convirtiera en el primer representante olímpico de nuestro país, en Londres 1948 en el marco de lo que se conoce como olimpiada artística y cultural.
La capital británica quería llevar a cabo unos juegos olímpicos para la historia, apenas tres años después de culminar la terrible segunda guerra mundial y batir el récord de países concurrentes. Para ello, su comité organizador solicitó la ayuda de los representantes diplomáticos del Reino Unido, en aquellas naciones que no habían aún formado parte de los Juegos, para que tramitaran su participación.
En Paraguay, la embajada británica no pudo conseguir que algún deportista nacional viaje a Inglaterra. Era tal la ignorancia de la magnitud del evento en nuestro ambiente deportivo, que la misión resultó imposible, ante la insensibilidad y la carencia de medios de nuestras autoridades de aquella época de obscuridad en nuestra historia nacional, apenas trece años después de la culminación de la epopeya del Chaco y sumido el país un año antes en la más cruenta de las guerras civiles que le tocó vivir.
Entonces, buscó la forma de salvar esa lamentable ausencia, con una representación cultural, artística o musical.
Y fue allí que se concretó la participación de un conjunto inédito e irrepetible, para que Paraguay forme parte de una olimpiada, por primera vez, con el denominado “Trio Olímpico” de Eladio Martínez, el Grande, con el arpa de Albino Quiñónez y Emigdio Ayala Báez.
Don Eladio trascendió todavía más como autor ligado al deporte, creando quizá la más bella de las múltiples composiciones musicales dedicadas al club de sus amores, el Olimpia, que lanzó a la consideración del público en coincidencia con la disputa en el estadio Comuneros de Asunción del Sudamericano masculino de básquetbol de clubes campeones, que ganó el Sirio de Brasil y en el que justamente el franjeado fue el representante nacional.
También dejó para la posteridad una hermosa obra resaltando la conquista de las primeras mujeres deportistas que dieron un titulo continental de selecciones al deporte Paraguay, las campeonas sudamericanas de básquetbol de 1952, aquellas gloriosas “panteras que se escaparon de nuestra selva, para batirse en limpia lucha sin dar cuartel”, como rezan parte de sus inspirados versos.
Los mármoles hoy recuerdan por otra parte a don Albino Quiñonez, cuya figura quedó plasmada en una estatua en Salto del Guairá (donde falleció el 30 de agosto de 2018 a los 91 años, como destaca la cita de las efemérides de hoy), un monumento que perpetua su ilustre memoria en una de las más céntricas zonas de la localidad donde se lo considera como todo un héroe civil.
De aquel tímido y retardado arranque de la actividad olímpica en nuestro país, a la realidad de un presente espléndido, ha transcurrido ya más de medio siglo pues el Comité Olímpico Paraguayo, recién se fundó un 11 de agosto de 1970.