Un gran impulsor del atletismo en el país, ex presidente de la Federación Paraguaya de Atletismo, director del Clan de la Salud, titular del departamento biomédico del Comité Olímpico Paraguayo y único fundador del COP sobreviviente, cumple hoy 95 años de vida. Nació el 21 de abril de 1930. Hoy disfruta de una prolifica descendencia: 9 hijos, 29 nietos y cerca de una treintena bisnietos.
Este un verdadero arquetipo de deportista de alma, prócer de la dirigencia deportiva, fue competidor del deporte madre primero, docente y dirigente después. Médico y profesor de educación física, prestó durante años servicio sin cargo a centenares de deportistas que en su consultorio en forma gratuita, realizaban las primeras evaluaciones biomédicas en la historia de la medicina deportiva paraguaya.
Fue gran impulsor de los congresos del brazo continehntal de la Federación Internacional de Educación Fisica y Deportes que reconocio sus merecimientos y lo condecoró en vida (foto).
Hipotecó su casa para hacer el primer sudamericano
Cuando ejerció la presidencia de la Federación Paraguaya de Atletismo (FPA) se realizó en 1972 el primer certamen oficial sudamericano del deporte madre en el país, entonces en la categoría juvenil. Sin el apoyo logístico indispensable, tuvo que hipotecar la casa donde vivía (perdiéndola despues) para poder afrontar los altos costos de montaje de aquel evento, sin ayuda oficial alguna, incomprendido por nuestras autoridades que no le dieron el más mínimo respaldo.
Deportivamente el torneo fue todo un gran suceso y nuestro atleta Francisco Rojas Soto se clasificó primero en 400 mts con vallas (preludio de la primera gran conquista de una medalla continental adulta, lograda por el mismo dos años más tarde en Santiago de Chile). Angel Guerreros, segundo fue en 100 mts llanos, la posta de 4×100 integrada por Juan Adolfo Rierder, César Vega, Francisco Rojas Soto y Angel Guerrero, ocupó el segundo lugar y asimismo destacó César Vega en salto largo.
Al conjuro de los logros de aquel histórico primer torneo internacional oficial atlético en Asunción, empezaron a aparecer en la escena internacional los primeros resultados auspiciosos.
También Paraguay participó en los Juegos Olímpicos de Munich 1972 con un destacado grupo, en la tristemente celebre edición que se recuerda como la de la masacre o setiembre negro, por el atentado terrorista que costó la vida a una decena de atletas integrantes de la representación de Israel.
Un maestro que predica con el ejemplo
El dirigente es sinónimo de quien predica con el ejemplo. Esta verdadera reliquia del deporte, hace unos años, fue protagonsita de una anécdota que quienes tuvieron el privilegio de vivirla, siempre la recuerdan con admiración.
En una de las tantas disertaciones que le cupo cumplir, siempre puntual el doctor Acosta Gonzalez llegó al auditorio media hora antes al lugar donde debía ofrecer la conferencia. Lo hizo corriendo y continuó haciéndolo alrededor de la sala los 30 minutos. A la hora en punto de la disertación, pidió disculpas y explicó: «NO PODÍA DEJAR DE HACER MI SESIÓN DIARIA DE TROTE. Y AL NO TENER YA TIEMPO ANTES NI DESPUÉS DE ESTA CONFERENCIA PARA HACERLO, ME VI OBLIGADO A CUMPLIR MI RUTINA EN ESTA SALA». Hasta hoy que ya es nonagenario, en el amplio patio de su residencia en el barrio Santa Librada, no hay dia que no cumpla su rutina de ejercicios.