Valentín Galeano, Kid Pascualito, entró a la gran historia documentada y nutrida con hechos históricos y anecdóticos, que enriquecen los anales de proezas de equipos y figuras individuales que dieron gloria al deporte nacional.
En aquel ya lejano 3 de marzo de 1968 (hoy se cumplen exactamente 57 años), el pequeño gran glaodiador guaraní, ganó el primer titulo de campeón sudamericano que el boxeo paraguayo profesional alcanzó en toda su historia, hecho hasta entonces absolutamente inédito.
El logro estuvo envuelto en un episodio anecdótico que tuvo como gran protagonista al entonces titular de la Unión Paraguaya de Box y vicepresidente del Consejo Mundial de Boxeo, el más grande dirigente de la historia del pugilismo nacional, Oscar Aquino Vargas.
Pascualito estuvo a punto de perder el combate en la balanza. Estuvo envuelto incluso de un conflicto con su entrenador Angel Battilana, por no someterse estrictamente a la imprescindible dieta para dar el peso. Molesto el coach abandonó el hotel, siendo inminente e imposible que pudiera entrar en categoría en vísperas de la fecha inicialmente establecida para el combate que debía disputar a fines de febrero en la capital ecuatoriana ante el crédito local Angel Sanchez, quien exponía la corona tras habersela arrebatado al brasileño Waldemiro Pinto.
El astuto dirigente que presidió la pequeña comitiva que acompañó al boxeador nacional, tomó el toro por las astas y le ordenó al atleta que haga una sesión de salto con la cuerda en la propia habitación del hotel. Pascualito lo hizo por varios minutos hasta que chorreaba sudor. Entonces le indicó que se acueste en su lecho y le tapó con varias frazadas. Pidió seguidamente a los organizadores de la pelea que envíen urgentemente un médico a la habitación porque «mi boxeador vuela en fiebre». El galeno entró y tras tomar el pulso y encontrar bañado en sudor y con una elevada temperatura al deportista, desautorizó el combate que fue diferido hasta el 3 de marzo.
Al ser postergada la pelea, volvió el entrenador Battilana y Pascualito siguió entrenando. Eentró en categoría y puso KO al crédito ecuatoriano, ganando una pelea que pudo haber perdido en la balanza.
Pascualito tuvo gran recibimiento en el Aeropuerto a su vuelta de Quito y fue acompañado por las calles de Asunción por una caravana de vehiculos
ANTES DE LA HAZAÑA
Antes de aquella proeza, Pascualito ya era un ídolo del pugilismo nacional y el eje sobre el que rotaba toda la precaria actividad pugilística nacional, porque los festivales que se hacian en el emblemático Comuneros, precisaban de teloneros que acompañen a la figura central y terminó siendo un motor que impulsaba la aparición de nuevas figuras, desde el mismo amateurismo.
Valores de relieve del exterior eran atraídos por este verdadero imán, en búsqueda paralela de la corona continental.
Y llegó la gran oportunidad en el Ecuador, donde imperaba Angel “Petiso” Sanchez como monarca, que le dio la oportunidad al paraguayo, pero sin salir de su feudo. Ante su público, en la Plaza de Toros de Quito, se realizó el postergado festival, marcado para días antes y dilatado por la ingeniosa estratagema que montó Oscar Aquino Vargas.
Valentín Galeano nació en la compañía Ñuaty de Paraguarí el 16 de diciembre de 1941 y boxísticamente surgió en Encarnación al mando de su primer maestro, Felidio Fernandez. Llegó a Asunción para afincarse definitivamente hasta su fallecimiento el 13 de mayo de 2006 a la edad de 64 años.
Con apenas 16 años recién cumplidos, cruzó el Paraná para debutar en la vecina ciudad argentina de Posadas donde hizo su primera pelea profesional que definió por KO en el quinto round ante el local Óscar Sande el 1 de enero de 1957.
Llegó a la jornada gloriosa del 3 de marzo de 1968 despues de fallidos intentos ante el brasileño Waldemiro Pinto (con derrota por puntos en Rio de Janeiro el 17.11.1963 y en Asunción el 12.06.1966).
En el bar Felsina, punto de concentración de deportistas de antaño en el corazón de Palma, Pascualito juega al billar
DESPUES DE ECUADOR
Tras cinco defensas exitosas, todas en el estadio Comuneros de Asunción (ante Jorge Barcia, de Chile (13/09/68 y 4/09/1969); Víctor Cárdenas, de Argentina (30/04/1969); Arlindo Borges, de Brasil (18/12/1969), y Hugo Bideyerán, de Argentina (8/06/1970), terminó su militancia entre los gallos para pelear por el cetro de la división superior (pluma) que conquistó ante el argentino José Smecca, el martes 10 de abril de 1973 en Asunción, con dos defensas exitosas (con empate frente a Óscar Méndez (22/03/74) y derrotando al uruguayo Alcides Ferrujo (3/05/74), siempre en nuestro país hasta dejar el cetro en Santiago de Chile ante el chileno Raúl Astorga, el 12 de mayo de 1976.
RESULTADOS DE TODAS SUS PELEAS: https://boxrec.com/en/box-pro/9496
En una campaña que intentó sin lograrlo una chance ecuménica que pese a sus merecimientos nunca se le dio, enfrentó y perdió en memorables batallas a pugilistas que fueron campeones del mundo (los mexicanos Chucho Castillo y Rubén Olivares, a quien envió a la lona en el Forum de Inglewood, California y el nicaragüense Alexis Argüello).
UNICO EN COMUNEROS Y DEFENSORES
Kid Pascualito es el único deportista paraguayo de toda la historia, que actuó en los dos más emblemáticos e históricos estadios paraguayos: el desaparecido Comuneros y el estadio de la Asociación Paraguaya de Futbol, donde conquistó el título sudamericano pluma, frente al entonces titular, José Smecca de Argentina, el 10 de abril de 1973.
El ring se instaló en la zona del corner entre las graderias Norte y las preferencias.
Más adelante otros boxeadores como Sebastián Mosqueira, Juan Espínola y el Toro Juan Carlos Gimenez, en busca de un mayor aforo, tambien combatieron en un
Pascualito totalizó 133 peleas, 86 victorias (59 por KO), 20 empates y 27 derrotas (datos oficiales de la plataforma BoxRec).
Esta fecha del 3 de marzo quedó implantada en las efemérides del deporte paraguayo con el merecimiento de figurar como el Día del boxeador paraguayo.
LEE TAMBIEN: https://www.latribuna.com.py/deportes/214771-el-viejo-estadio-comuneros-en-la-evocacion-de-un-peaton-nostalgico
