Carlos Paredes, histórico jugador del Atlético Ciudad Nueva, falleció hoy a causa de una enfermedad que lo aquejaba ya hace tiempo.
Hoy nos toca transmitir una infausta noticia. Carlos «Titito» Paredes otrora figura del Ciudad Nueva; también ex miembro de su comisión directiva; y hasta hace poco incansable formador de jugadores nos dejó hoy y pasó a iluminar el glorioso cielo del estrellas de la Catedral del baloncesto paraguayo. Nacido en el año 1957, hizo todas las formativas en el conjunto de la banda roja hasta llegar a Primera División en el año 1976. Antes de su debut ya alternaba en los entrenamientos de la mayor, pero justo coincidió con una camada magnífica del Ciudad en los años 74 y 75 y por eso no se produjo su estreno en la máxima mucho antes.
Además, supo ser campeón sudamericano de básquetbol y en el Estadio Comuneros. En 1971 Paraguay gritó campeón en categorías menores a nivel sudamericano en el evento que tuvo lugar en nuestro país, en el recordado recinto deportivo por excelencia: el Comuneros.
Ciudad Nueva no fue su única casa como jugador, también supo brillar en el Deportivo Internacional, en el club Presidente Hayes y en Ciudad Alta, equipo con el que fue campeón de ascenso ya en sus últimos años como atleta.
Incansable formador
Luego de gran carrera como jugador, Paredes dedicó su vida entera a la formación de nuevas figuras en el deporte del cesto, enseñando en clubes y colegios de nuestra ciudad capital. Su carácter amable y su simpatía hacían que la didáctica le sea casi innata, ayudando a formar camadas enteras de no solamente buenos basquetbolistas, sino también buenas personas.
Un «Oso» en el bosque sajoniero
Quizás su paso más importante como formador fue en el Club Deportivo de Puerto Sajonia, donde ni bien llegado, ya le nombraron con el mote de «Oso». En esa entidad deportiva levantó todo el departamento de básquetbol llevándolo a ocupar lugares de privilegio en cada categoría de las formativas nacionales. A su vez, en el Deportivo Sajonia formó grandes camadas de donde salieron jugadores como Diego «Buba» Bareiro y Daniel Pérez, ambos integrantes de la selección mayor, incluso, capitaneándola.
Sus restos son velados en Salón Velatorio Los Lirios: Avenida Mariscal López casi Pitiantuta. El básquet paraguayo está de duelo, pero es grato recordar y saber que su legado perdurará en el tiempo. A su familia y toda la gran familia basquetera, nuestras condolencias y votos de cristiana resignación.
