El japonés Ryotaro Taguchi, 24 años, número 564 del ranking mundial ATP, con escalafón tope que fue 536, sorprendió a un desconocido Dani Vallejo, cuatro años más joven y mas de trescientas posiciones por encima del escalafón del asiático (233 del mundo).
En un partido en el que no pudo reprisar su buen juego que lo llevaron a ser numero uno mundial junior y hoy una figura ascendente con perspectivas de seguir creciendo, Taguchi terminó batiendolo en sets corridos por 6-3, 6-4, con oportunos quiebres para su beneficio en ambas mangas.
La explicación más lógica que se puede hallar a esta baja performance del paraguayo es el jet lag (la falta de adaptacion a husos horarios extremadamente distanciados). Son catorce horas de diferencia que hay entre Nueva Caledonia y Sudamérica y esa diferencia nadie discute que afecta y se manifiesta con una fatiga y falta de coordinación en los movimientos, que fue exactamente lo que se vio en el partido de hoy.
Dani ayer habia perdido tambien en dobles, pero por una diferencia menor en compañía del japones Shintaro Mochizuki ante Blake Bayldon de Australia y Colin Sinclair de Estados Unidos quienes se impusieron por 6-4, 7-6 (5).
Ahora, junto a su entrenador Francisco «Paco» Cabello, el número uno guarani viajará a Melbourne para preparar su primera participación en un grand slam como profesional, en el abierto de Australia que arrancará el día de Reyes en su fase de quali, en la que debe competir.
Para entonces estará ya mejor adaptado a los husos horarios de Oceania, si bien el cálculo que los expertos hacen cuantifican un minimo de una hora por cada dia que pase en la nueva condición horaria, que por la diferencia existente demandarías casi medio mes (14 dias teóricamente).
Justamente uno de los grandes factores que favorecieron la gran conquista de un equipo paraguayo, el seleccionado de futbol de salón, campeón mundial en Australia en 1988, fue el trabajo de adaptación que hicieron dos semanas en Asuncion antes de viajar, cuando con cortinas negras en las habitaciones, dormían de dia y hacian todas sus actividades de noche y madrugada, en un revolucionario operativo comandado en aquel tiempo por el médico doctor José Mayans, ya fallecido.
