El invicto pugilista nacionalizado canadiense y de origen ruso Artur Beterbiev, que cumplirá cuarenta años el próximo enero, ganó la considerada «pelea del año» a Dmitry Bivol, nacido hace 33 años en Tokmak, Kirguistán, en esperado combate celebrado en la Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudita.
Este verdadero duelo de titanes que llegaron invictos al considerado un verdadero choque de trenes de la antigua Unión Soviética, ambos como campeones de distintas organizaciones, unificaron con esta pelea el cetro de los medio pesados despues de 20 años de divisiones.
El espectáculo debía ya realizarse el 3 de mayo pasado. Pero a raíz de una lesión en un entrenamiento que sufrió Beterbiev, se postergó hasta anoche, cuando se regularizó por fin en medio de una creciente superlativa expectativa.
Leve favoritismo en los pronósticos tenía el campeón de la Asociación Mundial de Boxeo, Bivol, quien a la postre perdió por fallo dividido de los jurados por puntos.
Como el boxeo es un deporte de apreciación, suele ocurrir a menudo que en una pelea tan equilibrada como ésta, muchos quedan disconformes con el veredicto, lo que hace pensar que se impone una revancha.
Pero se habla igualmente en el mundo empresarial boxístico de un eventual ascenso a la categoría del mexicano Saul «Canelo» Alvarez múltiple campeón mundial de los super medios de las cuatro máximas entidades mundiales, AMB, CMB, OMB, FIB, que podría reventar todos los récords en materia de bolsas y taquillas.
POLÉMICA A LA VISTA
La polémica se ha visto por otro lado más que agitada por las aseveraciones que en caliente hizo Vadim Kornilov, el manager del derrotado Bivol, quien anunció que presentarán una protesta formal por el fallo que consideró amañado. Dos jueces se inclinaron a favor de Beterbiev y el restante vio vencedor a Bivol.
Ambos contendientes llegaron a la lucha no solo sin haber conocido la amargura de una derrota, sino demoliendo literalmente a cuanto rival se le cruzó enfrente.
Beterbiev, entre sus derrotados, tiene a la ultima postergada promesa del boxeo paraguayo en el campo rentado, Isidro Ranoni Prieto, quien venia de una gran campaña en los rings de la Argentina, cuyo ascenso fue detenido de manera contundente por el ahora monarca absoluto de los semi completos, el 23 de diciembre de 2016 en Gatineau, Quebec, Canadá.
Esa fue su pelea numero 11 del ruso-canadiense y la primera vez que el Guerrero paraguayo no completó una lid, perdiéndola por la vía rápida en el asalto inicial, ante un adversario que había liquidado hasta entonces todos sus compromisos antes del limite.
La historia de Beterbiev se prolongó todavía más: sus siguientes nueve peleas las despachó todas por KO. Pero anoche, por primera vez en 21 duelos, fueron las tarjetas las que definieron su triunfo.
RUTAS DIFERENTES
Para el campeón paraguayo y sudamericano en ese entonces, el enfrentamiento con Beterbiev fue el número 25 de su ascendente carrera en ese tiempo. Nunca había caído por fuera de combate, si bien un año antes, cedió su invicto tambien en Canadá (Bell Centre de Montreal) ante el colombiano Eleider Alvarez, a quien no solo lo aguantó en pié sino mereció mejor suerte.
Los caminos de Beterbiev y Ranoni fueron muy diferentes después. A la inversa del hoy campeonísimo mundial, nuestro compatriota apenas pudo hacer un par de combates más en Argentina (con un triunfo y una derrota), sufrió seria lesión, se sometió a una inactividad perniciosa y apenas llegó a hacer últimamente una pelea en el festival de homenaje a Juan Carlos Gimenez, el 9 de diciembre de 2023, superando por KO al argentino Ramón Argentino Guidetti. A partir de entonces no volvió a subir a los rings.
