El club Nacional está de duelo. Falleció Carlos Villagra Decoud, el hombre que rescató la pura historia del club y se encargó de contar y hacer valorar a los de su generación y de las venideras, las glorias pasadas del «club con nombre y apellido».
Fue dirigente y más que eso hincha fanático de Nacional, admirador y devoto de la memoria de Arsenio Erico y de héroes deportistas de la primera época del club que solo conoció por sus nombres y lo que escuchó hablar de sus hazañas, pero se preocupó y ocupó de perpetuarlas en cuantos espacios de difusión pudiera.
Ahi vio la necesidad que Nacional tuviera sus propios medios de difusión hacia fines de los años sesenta e impulso primero en la forma impresa y después en la digital «La Voz Alba», que tuvo también su tiempo radial para contar todo lo que tuviera que ver con la vida de la Academia.
Llamó la atención no verlo más en las canchas a Lito (como cariñosamente se lo apodaba) y su ausencia en el hermoso conversatorio sobre «El Gol del Escorpión» de Arsenio Erico últimamente en la «Manzana de la Rivera». Había un motivo más que valido: su deteriorado estado de salud, que terminó con llevarlo a la Eternidad en la fecha.
El titular y la directiva actual del club Nacional, como no podía ser de otra manera pese a las discrepancias internas de su familia, lamentó su partida y rendirá homenaje póstumo a esta figura que por otra parte por mucho tiempo y en distintas épocas, se distinguió como el más consecuente fanático tricolor y líder de la que «La Voz Alba», con esa pasión superlativa que insuflaba, calificó como «la mejor hinchada del mundo».