Javier Insfrán se fija nueva meta: superar su registro olímpico

Escribe: FEDERICO JAVIER SPERANZA TORRES

El remero olímpico paraguayo, Javier Insfrán (24 años) del Team Paraguay y del Club Deportivo Sajonia cumplió su sueño, en su primera participación en unos Juegos Olímpicos en Paris 2024, marcando un hito para el remo nacional. Ahora quiere mejorar su propia marca de 17º puesto del mundo, aparte de seguir descubriendo el hermoso mundo deportivo del remo. Recordamos que en la final C este año en Francia, termino en el 5º lugar, en la modalidad single, logrando la mejor ubicación histórica del remo paraguayo a nivel de juegos olímpicos.

Insfrán dejó una huella histórica registrando un crono de 6 minutos, 50 segundos y 48 centésimas, un nuevo récord nacional paraguayo, habiendo logrado la marca requerida clasificando de esta forma por mérito propio, en marzo en Rio de Janeiro.

Unite al canal de La Tribuna en Whatsapp

También compitió en los Juegos Panamericanos en Santiago 2023, en Cali 2021 y Lima 2019; en Odesur Asunción 2022 y Cochabamba 2018, en los Juegos Bolivarianos en Valledupar en el 2021 y Santa Marta 2021; en los Mundiales Senior 2023 y 2019; en U23 en el 2021 y 2019 y en Junior en el 20179 y 2016.

Ahora la meta es superar el registro olímpico. Esta es su visión sobre el futuro: “Creo que el futuro solo Dios sabe, ¿verdad?. Así que, hay que encomendarse a Él para que podamos seguir creciendo. Yo no puedo ponerme a su altura y decirte esto va a pasar, esto no. De mi parte, quiero seguir creciendo, quiero trabajar duro, un montón porque es lo que me gusta, es lo que me inspira, es lo que me da vida. Realmente, el día a día, siento que remando o viendo como progreso es cuando encuentro ese momento de libertad que me hace ser yo. La meta inmediata es seguir creciendo, buscar nuevas posiciones, buscar mejores tiempos. Aún no hemos marcado nada, realmente no hemos hecho nada. Hay mucho por descubrir, por evolucionar,  por progresar. Así que, el futuro es trabajar para lo que se viene. Hoy podemos ser 17, pero eso significa que hay 16 colegas más rápidos. Así que, hay que buscar superarse día a día restando segundos al cronómetro, acercándonos a los otros y soñar con un día ser quien llegue a primera hora. El de arriba dirá y yo a trabajar y a remarlo. Y después me gustaría tomar una posición de formador y  transmitir todo lo que aprendí y tener un “Last Dance” desde esa perspectiva. Para dejar un legado y también lograr algo inédito para el país”.

Sobre el principio de todo nos cuenta: “Referente a mis comienzos, hoy por hoy puedo decirte que el remo fue el que me ha escogido. Realmente me pongo a pensar y fue así, porque se dieron muchas casualidades. Había acabado mi etapa en el fútbol, en eso estaba jugando futsal, cuando veo a unos chicos pasar por el río remando y digo ¡guau, qué lindo!. En esa oportunidad a mi hermano lo invitaron a remar y de casualidad nuevamente, como estaba en ese lugar, en ese momento me invitaron también y desde que lo probé me quedé enamorado. Realmente muy loco cómo se fue dando, cada paso, cada día, cada vez un poco más y sin darme cuenta ya estaba sumergido hasta la última hebra del cabello dentro de todo este hermoso mundo con aspiraciones grandes y decidido a darlo todo».

Javier ya habia conocido Paris, en el 2019 París y despues de los juegos pudo recorrer más y rescatar flashes de la primera vez que subió a la torre Eiffel «cuando nació este sueño cinco años atrás y me prometí llegar de vuelta pero ya como competidor en 2024. Y ver la meta cumplida, reconforta mucho al alma y de la misma forma ya están empezando nuevas promesas, así que debo seguir mirando para adelante. Aprendí a disfrutar del proceso, pero también a valorar los logros pequeños de cada día, que son motivaciones que nos indican que estamos en el camino cierto y que vamos por cosas mayores”.

Acerca del mágico momento por el que atraviesa comento: “Creo que hay un Javier para cada situación. Disfruto mucho de la sencillez, de los instantes en sí. Entonces también podría definirme como alguien muy obsesionado y bastante pasional. Eso hace que cada situación que vaya viviendo la viva al máximo, entregando todo. Y es ahí donde te digo que es lo que más me gusta. Y de por sí, es el remo. Vivo todo el día pensando en remo, cuando no remo, igual pienso en remo, cuando duermo, sueño con remo. Es algo muy loco, pero muy lindo a la vez; entonces más que nada aquí se desenvuelve totalmente mi pasión, mi día a día.

SUS PADRES LO ACOMPAÑARON EN PARIS

Un factor importante que favoreció el rendimiento de Javier en los juegos olimpicos, fue el acompañamiento in situ de sus padres (junto a quienes se lo ve en la foto de arriba).
El mismo lo reconoce y añade: «Obviamente también uno necesita de los momentos de desconexión y es ahí un poco donde entra por sobre todo el lazo familiar. Yo me defino muy familiar. Me gusta compartir con la familia, de repente por diversas causas, situaciones en las que no se dan los momentos, no se logra coincidir. Me gusta visitar y compartir con mi abuelo, salgo a pasear con mi perro o de repente organizamos algún evento con mis tíos. Siempre buscamos y encontramos alguna forma de estar todos unidos, de compartir momentos y comentar las situaciones”.

LO QUE MÁS LE GUSTA HACER

Para conocerlo más le indagamos sobre lo que más le gusta hacer: “Aprovecho el tiempo para dedicarlo a la universidad. Estoy estudiando la carrera de Ciencias del Deporte en la Universidad Autónoma de Asunción. Ya terminé todas las materias y debo ahora elaborar mi tesis. Estamos en ese proceso de culminar otra etapa muy linda».

Tambien tiene algunos pasatiempos. «Soy bastante fan de la cocina, me gusta cocinar. Ultimamente como todo el tiempo estaba entrenando y necesitaba estar descansado no quedaba tiempo para el hobby. Ahora estoy de vacaciones y de repente voy al cine o tengo alguna actividad al aire libre o incluso armo rompecabezas, que es otro de mis pasatiempos”.

Finalmente Javi (como lo llaman sus familiares) se autodefine como alguien que se conecta bastante profundo con las personas y gusta dirigirse a ellas con términos más afectivos y más solidario en su relacionamiento. Reconoce que «de chicos obviamente tuvimos nuestras etapas y peleas como perros y gatos, pero hoy por hoy somos un equipo extraordinario, una familia que es mi motor diario aunque me toque estar lejos, pero sin lugar a dudas son ellos los que están empujando el bote conmigo. En esos momentos de dudas o flaquezas, siempre dicen, tenés una familia, unos padres, unos hermanos, abuelos, tíos, un país a quienes dejas muy orgulloso».