El deporte en un país necesariamente debe ser regulado por un ente del Estado (en el nuestro es la Secretaria Nacional de Deportes). Pero el que entiende técnicamente y al que le corresponde su organización y el manejo de competiciones y su participación internacional es una institución privada que en Paraguay y en los restantes países del mundo es el Comité Olímpico Nacional que aglutina a las diferentes federaciones deportivas.
Si el relacionamiento entre estas dos bases de sustentación de la actividad del músculo es bueno, las posibilidades de un desarrollo firme y un progreso constante crecen superlativamente. Es felizmente lo que en el momento vive nuestra nación, que en 2022 alcanzó logros inéditos en su historia, que le obligan a redoblar esfuerzo por continuar en esta buena senda.
Es lo que ha movido a los lideres de ambas entidades, a encarar una tarea conjunta, coordinada, respetuosa y con responsabilidades repartidas, conforme a la función que cada una debe cumplir. Y en esa inteligencia, se realizó una primera reunión conjunta en el presente 2023 a fin de coordinar estrategias y acciones para un año que nuevamente se presenta intenso y pródigo en desafíos comenzando por el penúltimo eslabón del cuatrienio olímpico que son los juegos panamericanos de Santiago de Chile.
A propósito ambas entidades han planificado un trabajo conjunto con la Comisión Nacional de Alto Rendimiento, proyectando los objetivos para este año 2023 planificando la obtención de recursos y máximo acompañamiento a nuestros deportistas embajadores en el campo internacional.
Las diferentes federaciones tienen una recargada agenda de competiciones que ya desde el mismo arranque del año en enero, ha comenzado a desarrollarse. En la medida en que su gestión pueda ser respaldada por los conductos que corresponden y oxigenada conveniente con recursos que permitan a cada disciplina sostenerse crematísticamente, se puede soñar en un venturoso porvenir.