Por PEDRO GARCIA GAROZZO
La pandemia reciente dejó secuelas sumamente dolorosas a todos los deportes y en todos los países. Prácticamente todas las disciplinas en el Paraguay, se vieron afectadas. Incluso el futbol que por ejemplo, tuvo que suprimir toda la actividad de categorías de ascenso y formativas.
Con atrasos, protocolos especiales, medidas extremas de seguridad, limitación de competencias y al comienzo sin público, el deporte enfrentó a este terrible flagelo que golpeó muy duro a federaciones, clubes, atletas e involucrados en diferentes quehaceres relacionados a la actividad del músculo.
El futbol de salón enfrentó – como siempre lo ha hecho y acostumbrado a ser autosuficiente y resiliente, esta difícil situación y ha sabido una vez más salir airoso de esta crisis generalizada.
El 2022 terminó con la recuperación de sus diferentes campeonatos y el presente 2023 volvió a tenerlo en acción desde los mismos comienzos del nuevo año, con una intensa programación y la ya vigente disputa de la máxima fiesta de tierra adentro: el campeonato nacional de selecciones adultas, que ya está en plena celebración de su certamen número 52.
Están planificados de nuevo dentro de un muy intenso calendario, todo tipo de eventos en el país e incluso en el plano internacional, en octubre está previsto nuevamente el mundial de mayores, que esta vez tendrá por sede la ciudad de Tijuana, en la Baja California, México.
El ejemplo de lucha, organización y resultados auspiciosos que el salonismo ha sabido ganar a lo largo de los años en nuestro país, es un edificante ejemplo para otras modalidades, que siguiendo las huellas de este verdadero arquetipo, también ya van consiguiendo buenos resultados.