Deliverans traza un nuevo horizonte con sus nuevas canciones

«Esta noche no es una más» decía Neine Heisecke en uno de los versos de la canción «Éxodo», apertura al mundo de «Horizonte», el nuevo álbum de Deliverans que el grupo presentó el sábado 25 en un concierto en The Jam.

En efecto, era una noche especial en la que Deliverans presentaba nuevas composiciones, que si bien introducían un destacado protagonismo a loops y samples, no rompían con el estilo clásico de la banda; al contrario, certifican un sello de buen pop rock.

El show se inició a las 23:45, con un buen despliegue de videos y los integrantes de la banda maquillados y «lookeados» de una manera singular. Con la fundamental intervención de Paola Irún, el grupo ha mejorado su imagen desde 2018 en que presentaron su show de trigésimo aniversario. Amberé estaba vestido con su infaltable guardapolvo de genio loco, mientras que Leche Díaz Meyer lucía bombín y frac, digno de la ocasión. Neine tenía un antifaz pintado y el baterista Diego Riveros también estaba acorde para una noche dark y pop.

En esta ocasión estrenaban su cuarto esperado álbum, que para las primeras horas del domingo ya estaba en las plataformas de streaming. «Horizonte» está compuesto de siete canciones que esa fría noche fueron interpretadas por el grupo en el mismo orden en que están dispuestas en el álbum.

Así a «Éxodo» le siguió la canción que da título a la nueva obra, y «Mundo habitable», el single de difusión de este trabajo. La singular máquina que aparece en el videoclip estaba dispuesta en una de las salas de The Jam para que el público interactúe con ella, así como también estaban expuestos objetos e instalaciones alusivos a los tres álbumes anteriores de la banda: «Rompiendo el cristal», «Fluye, sangre, fluye» e «Y».

El guitarrista y coproductor del álbum, Diego Serafini se unió al grupo en el escenario para interpretar «En el mar de arena». Amberé cambiaba la eléctrica por un requinto y Serafini arrancaba de sus cuerdas sonidos espaciales con notas largas y suspendidas.
Seguidamente, escuchamos «La gata Maura», una canción más soul y elegante, que Leche aprovechó para armarse un sándwich que degustó con una copa de vino. Luego vino «Frontera», tema que ya empezaron a interpretar desde el show del trigésimo aniversario.

La primera parte del show culminó con «Caravana», casi un reggae cansino que cierra ese concepto de viaje que tiene este álbum. Cierra es un decir porque lo que caracteriza a la obra es su devenir constante o inacabado, donde lo que importa es seguir buscando.
La segunda parte se inicia con el clásico «Alabaré», ya sin el pogo de sus viejos tiempos, pero con las ansias intactas de honestidad en la voz de Neine. Luego la batería de Diego Riveros explota en «El camino de tus sueños».

Seguidamente se abre un segmento dedicado a «Rompiendo el cristal» que incluyó «Squeeze», «El film» y «When i’m alone».
La grabación de la batería de Laucha abre «Serpiente cascabel» . La imagen del recordado batero era constante en los videos que se proyectaban en la pantalla ubicada detrás de Deliverans. Imágenes que certificaban una rica historia y en la que no faltaban varios rockeros que han compartido escenarios y aventuras con el grupo a lo largo de su trayectoria.

El show culminaba con «La cumbre», la canción de Deliverans que se convirtió en la más reproducida en streaming de la banda. Pero había espacio para un bis: Volvía «Mundo habitable» para recalcar una necesidad en los tiempos que vivimos. Fueron hora y media de buena música que esperamos se repita con mayor frecuencia.

Por: Sergio Ferreira.

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