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viernes, 22 de noviembre de 2024
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Cerca de 1.800 niños pidieron la paz junto a megaorquesta sinfónica

La megaorquesta de Sonidos de la Tierra reunió a 60 comunidades de distintos puntos del país, con la participación de 1 800 niñas, niños y jóvenes. Por segunda vez, el Festival Nacional de Orquestas Juveniles se llevó a cabo en San Juan Bautista, Misiones, con el firme objetivo de inspirar a la ciudadanía a través de la música y promover la paz.

La Ruta de Festivales Suena Paraguay, organizada por Sonidos de la Tierra, ya ha pasado por Santiago, Horqueta y Villeta. En esta ocasión, el gran encuentro tuvo lugar en San Juan Bautista, convirtiéndose en el más grande hasta la fecha, ya que incluyó el Seminario y Festival Nacional Suena San Juan 2023. Este evento congregó a 3,000 personas, incluyendo 1,800 músicos procedentes de más de 60 comunidades de la Red Sonidos de la Tierra, quienes formaron una megaorquesta junto a 400 voces juveniles de la comunidad de San Juan.

Una gran cantidad de personas se congregó en «Suena San Juan» durante ambos días del festival. Las actividades incluyeron un seminario de guitarra con clases magistrales, un concierto homenaje a Mangoré en la catedral, un desfile de los pueblos en las principales calles de la ciudad y, finalmente, el concierto de la megaorquesta de Sonidos de la Tierra, «Suena San Juan», que se llevó a cabo en el Polideportivo San Juan Bautista, Misiones. Además, se presentaron escuelas de danza, canto y teatro.

El repertorio incluyó obras de Mangoré y temas de The Beatles, entre otros. Además de la actuación principal de los niños y jóvenes, se contó con la participación especial de Andrea Valobra y Ariel Insfrán.

Durante la apertura, la directora del Conservatorio de Música Ha Che Valle expresó su emoción, diciendo: «Gracias a la Red Sonidos de la Tierra, promotora de este gran evento, por darnos la oportunidad de disfrutar de dos noches de música y arte. Que los arpegios de Ha Che Valle suenen en sus corazones por siempre».

Por su parte, Richard Ramírez, gobernador de Misiones, mencionó: «Me emociona ver a tanta gente maravillosa, sobre todo a niños y jóvenes talentosos en la tierra del genio de la guitarra, Agustín Pío Barrios, y otros grandes artistas. Gracias por el gran espectáculo que nos brindan».

Natalia García, directora ejecutiva de Sonidos de la Tierra, destacó que en San Juan se vivió la esencia de Sonidos de la Tierra, «las comunidades organizadas, nuestros jóvenes con el compromiso vivo de la formación a través de la música. Estamos felices porque esta ruta de festivales llegó a su parada más importante para nosotros, que es el Festival Nacional de Orquestas Juveniles. Muchas gracias a la cuna de Mangoré por recibirnos. Tengan por seguro que aquí tienen a los mejores embajadores».

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Mensaje de paz

Durante el cierre del Festival Nacional de Orquestas Juveniles, los jóvenes llevaban una cinta blanca por cada instrumento, con el fin de transmitir un mensaje de paz.

El maestro Luis Szarán, director fundador de Sonidos de la Tierra, destacó durante el cierre del evento que una de las lecciones que aprendió durante su estadía en San Juan es la importancia de mantener un legado. «Creo firmemente que debemos asegurarnos de que todo lo que hagamos deje un impacto positivo. A pesar de la triste historia en la vida de Mangoré, dejó obras maravillosas y un legado. Todos debemos dejar huellas, realizar acciones positivas y enseñar a los demás», enfatizó.

Alberto González, guitarrista de Quiindy, expresó: «Estoy en Sonidos desde 2015, mi primer seminario fue en 2016; sin embargo, cada seminario es una nueva experiencia y única. Cada vez me sorprende más cómo se hace todo. Estoy muy feliz y emocionado porque todo salió bien».

Virginia Rivas, de San Juan Bautista, comentó que se sintió muy feliz al ser anfitriona y al ver a tanta gente explorando su ciudad y cultura. «Me emocionó mucho. Además, ser solista durante el festival fue una experiencia emocionante. Siempre dije que me encantaría estar aquí y se hizo realidad».

Cada instrumento lucía una cinta blanca, pidiendo la paz.