El productor René Ruiz Díaz, conocido por su trabajo en «Los Buscadores», sorprende de nuevo al público con «No Entres», una película de terror independiente que está recibiendo muy buena crítica a nivel nacional. A pesar de su presupuesto limitado, la cinta está logrando una exitosa recepción en taquilla. Ruiz Díaz detalla los desafíos de producir cine de género en Paraguay, las extrañas experiencias paranormales durante el rodaje y cómo la creatividad y el ingenio del equipo permitieron superar las limitaciones económicas, posicionando a «No Entres» como un nuevo éxito en la industria cinematográfica nacional.
‘No Entres’ está teniendo excelentes repercusiones de público en su estreno, a pesar de su presupuesto limitado. ¿Cuáles fueron los principales desafíos al producir una película de terror independiente en Paraguay y cómo los superaron?
Producir con un presupuesto limitado implica ciertas dificultades, pero en realidad con Hugo nos sentimos muy confortables trabajando dentro de esas limitaciones. Obviamente, el «cine guerrilla» no es para cualquiera, pero encaramos nuestros proyectos con la convicción de que, por el momento, es el camino posible para el cine que hacemos. Al final, disfrutamos del privilegio de poder decir que estamos haciendo el cine que nos gusta, a pesar de las dificultades, y con amigos.
La película fue filmada en locaciones donde, según se dice, se experimentó actividad paranormal durante la producción. ¿Podría contarnos más sobre esas experiencias y cómo afectaron el proceso de filmación?
Al comienzo había mucho «movimiento» extraño y mucha incomodidad para nuestro equipo y para los guardias de seguridad. Cosas que aparecían de la nada, utensilios y piedras arrojados, ruidos, conversaciones. En las primeras semanas, dos guardias renunciaron y nos dejaron en medio de la noche, lo que representaba un problema porque la casa debía quedar equipada con equipo costoso. Al final, creemos que los espíritus «nos aceptaron» y la convivencia fue más pasable.
Dada la limitación de recursos, ¿cómo manejaron la producción para mantener la calidad cinematográfica, especialmente en un género como el terror, que a menudo depende de efectos especiales y un ambiente adecuado?
Sin dudas, las limitaciones económicas imponen restricciones a cualquier producción, incluso a proyectos de cientos de millones de dólares. Pero estoy convencido de que esa limitación hace florecer la creatividad y el talento de un gran realizador como Hugo Cardozo, lo que enriquece la película. Resolvimos situaciones complejas a puro ingenio de Hugo y su equipo, y en el rodaje siempre se sintió ese orgullo desbordante de estar haciendo lo que nos gusta.
En un mercado cinematográfico relativamente pequeño como el paraguayo, ¿qué estrategias utilizaron para garantizar que ‘No Entres’ capturara la atención del público y se convirtiera en un éxito en taquilla?
Eso nunca está garantizado. Como productor, solo puedo cumplir hasta la parte de entregar el proyecto al público en salas de cine y plataformas, pero para que el camino se complete, siempre necesitamos que el público nos elija y, sobre todo, que nos recomiende a sus amigos. El boca a boca es la sangre del éxito de cualquier proyecto. Ahora estamos entrando en nuestra segunda semana en cines en Paraguay, confiados en que el feedback del público hasta ahora ha sido altamente positivo, casi sin excepciones.
La actividad paranormal reportada durante el rodaje seguramente añadió un elemento único al proyecto. ¿Cómo afectó esto la moral del equipo y el enfoque artístico de la película?
Al comienzo fue motivo de estrés, y a mí me generó mucha incertidumbre por la integridad física de nuestro equipo. Con el correr de las semanas, la situación mejoró, y hoy recordamos con cierto humor todo lo que vivimos. Parte de la leyenda ya de la película, igual que le pasó a Hugo y su equipo en el rodaje de «Morgue» en la morgue de Encarnación.
Con el éxito de ‘No Entres’, ¿qué lecciones ha obtenido sobre la producción de cine en Paraguay que le gustaría compartir con otros cineastas independientes?
Hacer cine en Paraguay siempre es una epopeya, pero en nuestro país tenemos talento de clase mundial, en todos los géneros. Lo que siempre insisto a los realizadores jóvenes es que hay que pensar siempre los proyectos en todos sus aspectos, no solo la producción, sino también la exhibición local y venta internacional. Nuestro desafío sigue siendo la sostenibilidad a largo plazo y llegar a un volumen de producción razonable. También es fundamental producir en rangos de presupuesto que sean recuperables, y hacer bien los números antes de empezar, siempre con los pies sobre la tierra.
Una gran parte del equipo y elenco de ‘No Entres’ proviene de ciudades del interior. ¿Cómo logró reunir a este grupo de profesionales y qué impacto cree que tuvo esta diversidad geográfica en la dinámica y autenticidad de la producción?
Casi la totalidad de nuestro elenco y equipo de producción es de Encarnación. Los dos actores principales son de Encarnación (Pablo Martinez) y Ciudad del Este (Lucas Caballero). Nuestras actrices (Andrea Romero y Lara Chamorro) son de Encarnación. El núcleo básico es gente que viene trabajando con Hugo desde proyectos anteriores, y esta vez sumamos talentos de mi entorno, como el actor-escritor concepcionero Mario González. Más que sus lugares de origen, todos fueron elegidos por su enorme capacidad y entrega, y por aportar un clima de respeto y buena energía al proceso. En Paraguay hay talento increíble a todos los niveles, y es solo cuestión de ensamblar los equipos y darles oportunidades de mostrar su capacidad. Un rodaje como «No Entres» implica casi dos meses de preproducción y rodaje en condiciones muy extremas, y si uno no elige correctamente el equipo, la experiencia puede ser desagradable.
En un momento en el que los hábitos de los cinéfilos han cambiado drásticamente debido a la pandemia y el auge de las plataformas de streaming, ¿cuáles fueron las principales dificultades para lograr una exitosa distribución en cines y qué planes tienen para la distribución digital de ‘No Entres’?
El cine es un arte vivo, que va mutando, pero siempre para mejor. Si bien «No Entres» está pensada para ser disfrutada con espectadores en una sala de cine y sin distracciones, sabemos que el streaming también nos va a acercar a público de todo el mundo y nos permite «exportar» nuestro arte a nivel global. Siempre es una lucha, y lo principal que uno puede hacer como productor es rodearse del equipo correcto y tratar de entregar una película de calidad, respetando a su público. A partir de ahí, siempre digo que el público y los Dioses del Cine nos llevan a la siguiente etapa.
En un mercado cinematográfico en constante evolución, ¿cómo ve el futuro de las producciones independientes paraguayas en términos de distribución y acceso a plataformas tanto locales como internacionales?
Paraguay no tiene problemas en producir proyectos de calidad. Nuestra limitación principal es que no estamos conectados a los grandes mercados y circuitos de distribución internacional, en comparación con países como Argentina, Chile, Colombia o México. Somos un mercado muy pequeño en todo sentido. Mi visión como productor es seguir trabajando en establecer esos contactos con el mundo exterior y desarrollar proyectos con mirada más global, que puedan ser consumidos por espectadores de la región y de otros mercados.
Considerando que ‘No Entres’ fue financiada en gran parte con el apoyo de inversores privados, muchos de ellos amigos y familiares, ¿podría hablarnos sobre la importancia de estas asociaciones en el proceso de producción y cómo lograron convencer a estos inversores para que creyeran en el proyecto?
Actualmente, la opción de financiar proyectos como «No Entres» es posible mediante la confianza y apoyo de amigos y socios. En este proyecto se sumaron como productores asociados Rafael Alfaro, Fernando Castets (guionista argentino nominado al Oscar), y como coproductor y agente de ventas internacional nos acompaña FilmSharks de Guido Rud desde Argentina. Sin estas colaboraciones, que implican aportes financieros, pero también de know-how y contactos, sería todo más difícil. El cine es una de las formas de arte más colaborativas que existen, y es fundamental, antes que nada, ensamblar el equipo ideal para aumentar nuestras chances de éxito.