Las internas coloradas y de la Concertación Nacional dejaron el mensaje que buena parte de la gente sabe votar. En la ANR, los electores cruzaron sus preferencias para castigar a Abdo Benítez. En la oposición, algunas figuras mediáticas que quisieron usar sus «luchas sociales» para llegar al Congreso ni mínimamente tuvieron el respaldo que presumían.
De las 17 candidaturas a las gobernaciones, 10 quedaron para el grupo oficialista Fuerza Republicana. Mirando esos porcentajes, lo lógico era el triunfo de Wiens y Abdo. Sin embargo, uno y otro fueron derrotados. El primero no ganó su postulación para la Presidencia y el otro cayó en sus deseos de comandar a la nucleación colorada, incluso, por una diferencia mayor.
Otro dato llamativo es la cantidad de votos en blanco dentro del Partido Colorado. En total fueron 37.656. Eso supone un 3,14% del total y se ubica por detrás de Peña y Wiens. Aunque para algunos eso conlleva un rechazo a las distintas candidaturas, al contrario, puede resultar una muestra de lealtad al Partido, porque – finalmente- esos votos no salieron de la ANR ni fueron para la oposición
En el sector de la Concertación Nacional, vemos que algunas figuras que se presentaban como «representantes de la sociedad» ni siquiera figuraron entre los votados. Esos referentes de los llamados grupos de escraches sumaron más decepciones que cierto resquicio de éxito. Ya por los desafíos del nuevo sistema electoral, algunos legisladores de la oposición, con permanente presencia en la prensa, ya ni se presentaron, otros que se animaron, difícilmente puedan volver.
Con lo que ya pasó en la anterior elecciones municipales y ahora con las internas partidarias, es posible que el gran ganador de las «reformas en el sistema electoral» sea el Partido Colorado y, por ahí también, el otro partido masa, como es el PLRA. Hay que apuntar que los cambios en el modelo de votación fueron por un clamor de la misma oposición, que contó con el respaldo casi irrestricto de sectores de la prensa.
Así las cosas, en una mirada rápida, se puede decir que el nuevo sistema electoral encamina un mayor bipartidismo, con ventajas para la ANR. Lo que queda igualmente en la agenda pública es que los colorados recurren al voto cruzado y la ciudadanía no se deja engañar por esos dirigidos escraches y puros ruidos visibilizados de manera sectaria por grupos de prensa. Los resultados, claramente, están a la vista.
