Paraguay se quedó sin un símbolo de su hinchada deportiva, especialmente de la selección nacional de futbol, a la que acompañó y alentó en varios mundiales y justas internacionales. Falleció Cástulo Ortega, más conocido como el «Pájaro Campana», que se erigió en el más constante seguidor de la albirroja en Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.
Justo el último viaje de don Cástulo coincide con la última presencia del combinado de la APF en una justa ecuménica, de la que se ha ausentado en los últimos 24 años.
«Pájaro Campana» apareció como un estandarte de los hinchas nacionales, despues de muchos años de haber dejado tal función reconocidos líderes de equipos de clubes e hincadas de antaño, como lo fueron el «Pibe Villalba» en Olimpia, Leandro Cacavelos en Guaraní, Heraclio Zamphiropolos en Cerro Porteño y los hermanos José y Emilio Olitte en Libertad.
Así como en la columna de opinión de Brújula Deportiva, resaltamos la pérdida de valores de autenticidad en nuestro futbol como uno de los factores determinantes del mal momento que vive la albirroja, el hecho incluye el importante papel de la hinchada, cuya estructura se ha visto entorpecida por las alienantes barras contratadas con su cargamento de estribillos mal importados, que han sustituido a verdaderos valores como estos hinchas plenos de espontaneidad y sentimientos y pasión, ahora con «Pajaro Campana» todos ya fallecidos, quedado huérfano de efectividad el estímulo a los atletas desde las gradas.
