La Unión Europea y otros bloques buscan la forma de disminuir la capacidad de Rusia en su guerra contra Ucrania. Por el embargo que la Unión Europea le impuso como sanción por la guerra contra Ucrania, a parte de este lunes, 4 de diciembre, Rusia ya no podrá exportar a Europa petróleo transportado por mar. El embargo afectará el 90 % de importaciones europeas de petróleo ruso, es decir, unos 100 millones de toneladas o 730 millones de barriles anuales, informó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El objetivo del embargo europeo es disminuir la capacidad de Rusia para financiar sus operaciones militares en Ucrania (Imagen: TVE). Por si fuera poco, desde el 5 de febrero de 2023 el embargo afectará también las importaciones de derivados del petróleo.
Según la UE, la consecuencia de la falta de recepción del petróleo ruso no afectará a ninguno de los 27 países que integran este bloque porque se previó otras formas de suministro.
No obstante, la UE busca que la medida afecte a las exportaciones de crudo ruso de Rusia porque si se vende a un precio superior al fijado no podrá ser transportado por navieras europeas ni asegurado por compañías de la UE.
También el G7 más Australia
El Grupo de los 7 (G-7) y Australia pusieron en marcha también medidas contra Rusia para disminuir su capacidad en la guerra contra Ucrania. Los citados pusieron un límite de precio para el petróleo crudo y los productos derivados del petróleo de origen ruso que implementará cada miembro de la coalición. Esto informó el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
El G-7 señaló que “nuestras jurisdicciones prohibirán los servicios de nuestros propios proveedores que permitan el transporte marítimo de petróleo crudo y productos derivados del petróleo de origen ruso a nivel mundial, pero con la excepción del petróleo crudo o productos derivados del petróleo de origen ruso que se compren a un precio máximo especificado o por debajo de este”.
En un documento divulgado por (G-7) y Australia, estos reafirmaron su «intención de eliminar gradualmente el petróleo crudo y los productos derivados del petróleo de origen ruso de nuestros mercados nacionales. Este compromiso se mantiene sin cambios por la implementación del precio tope. En cambio, el límite de precio está diseñado para permitir que nuestros proveedores de servicios respalden los envíos de petróleo crudo y productos derivados del petróleo de origen ruso a otros países, lo que permite un suministro de energía estable y restringe los ingresos de Rusia”, agrega el documento.