El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el expresidente Donald Trump se enfrentarán este jueves 27 de junio en un primer debate presidencial –uno anticipado en vista de que no están nominados oficialmente por sus partidos ni se inició formalmente la campaña presidencial– de cara a las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Por primera vez en la historia de Estados Unidos, un mandatario en ejercicio y un expresidente del país se verán cara a cara mientras luchan por el lugar en la Casa Blanca. El demócrata Joe Biden, y su antecesor, el republicano Donald Trump, se reencontrarán este jueves en el primer debate presidencial de CNN previo a las elecciones de noviembre.
Las campañas de los aspirantes presidenciales de EEUU son conscientes de que decenas de millones de estadounidenses sintonizarán la cadena CNN para ver el cara a cara de este jueves 27 de junio y preparan el encuentro a sabiendas de que cualquier error que se haga viral -como ha ocurrido en ocasiones anteriores con ambos candidatos- puede decantar la balanza.
Biden y Trump llegarán hasta los estudios de la televisora CNN en Atlanta, Georgia, para dar inicio al intercambio, previsto para las 21.00 local (misma hora de Paraguay). Esta será la primera vez que ambos presidentes se encuentren desde 2020, cuando se enfrentaron en dos debates.
Las reglas del debate
A diferencia de los anteriores, este no tendrá audiencia ni declaraciones de apertura. No se permitirán accesorios ni notas escritas previamente en el escenario, únicamente un lapicero, una libreta y una botella de agua por cada participante.
Un lanzamiento de moneda determinó que Trump pronunciaría el discurso al final de los 90 minutos pautados. Bajo el mismo método, Biden pudo escoger su posición en la tarima y decidió aparecer a la derecha de los televisores.
Durante el primer debate entre Trump y Biden en 2020, el expresidente republicano resaltó por sus constantes interrupciones al entonces candidato demócrata. En esta ocasión, ambos se basarán en un conjunto de reglas y condiciones mutuamente acordadas. Entre ellas, la determinación de que el micrófono de cada candidato estará silenciado, excepto cuando sea su turno de hablar.
Biden y Trump tienen material de sobra para atacar a su contrincante. A Trump lo persigue la reciente declaración de culpabilidad en Nueva York por falsificación de registros comerciales y otras acusaciones en su contra, y a Biden, el cuestionamiento sobre su energía, el caso criminal contra su hijo Hunter y el manejo de temas como la inmigración, blanco de críticas desde ambos lados de la política estadounidense.
Un asunto de edad
Con 81 años, Biden se convirtió en el presidente en ejercicio de mayor edad en alcanzar la posición. Trump y sus aliados republicanos se han burlado del presidente demócrata por aparentes tropiezos relacionados con su edad. Incluso, han cuestionado si Biden puede siquiera permanecer despierto y en pie durante los 90 minutos completos del debate.
Trump, sin embargo, es apenas tres años menor que Biden, y de ganar las elecciones de este año, asumiría la posición con 78 años y la terminaría con 82. El expresidente ha cometido sus propios errores en mítines políticos.
Los demócratas tienen la esperanza de que Biden pueda aportar la misma energía que mostró en su discurso sobre el Estado de la Unión a principios de año, con el reto añadido de enfrentarse a un combate verbal con su mayor crítico.
Atacar al contrincante o resaltar logros personales
El debate presidencial de CNN de este jueves dejará en evidencia las estrategias de cada candidato para tratar de convencer a los votantes de centro e independientes – quienes podrían decidir las elecciones-, sobre quién es la mejor opción para dirigir el país.
Aunque las críticas entre ambos son amplias, quedará por verse si Trump y Biden usarán el tiempo del debate para resaltar sus políticas o atacarse. El estado de la economía, la inmigración y los conflictos globales son temas prioritarios recientes.
Para Trump, el aborto está entre los asuntos más importante en estos comicios. Sus nombramientos en la Corte Suprema mientras era presidente favorecieron la posterior anulación de la sentencia Roe vs. Wade, lo que desencadenó una avalancha de restricciones al aborto en todo el país. El exmandatario ha reclamado el crédito en varias intervenciones.
Mientras tanto, la inmigración es uno de los temas que más resuena en la campaña de Biden. La administración demócrata ha luchado por limitar el número de inmigrantes que ingresan al país por la frontera entre Estados Unidos y México, un número que alcanzó récords históricos durante su administración.
El segundo debate presidencial entre Trump y Biden será en septiembre, con el canal ABC News como anfitrión.
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