Ganador del Premio Augusto Roa Bastos reflexiona sobre la importancia de la lectura en Paraguay

El periodista y escritor Efraín Martinez Cuevas, con un libro en la mano en una biblioteca.

En el Día del Libro Paraguayo, el periodista y escritor Efraín Martínez Cuevas, ganador del prestigioso Premio Augusto Roa Bastos a la Literatura Paraguaya 2019, reflexiona sobre la importancia de la lectura y la historia en Paraguay. Martínez Cuevas, quien se en el oficio de escribir en la redacción del Diario Abc Color tiene publicado 20 libros y enfatiza que fomentar una sólida comunidad de lectores paraguayos requiere un esfuerzo conjunto desde el hogar y el entorno. Según él, la política educacional debe actuar como el director técnico de un equipo de fútbol para alcanzar este objetivo.

-¿Qué libro estás leyendo en el Día del Libro?

  • Estoy en la página 80 de «El Paraguay 1889» de E. De Bougade La Dardye, sobre historia de postguerra en Paraguay.

-La historia paraguaya, ¿qué tanto importa a los paraguayos?

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  • Creo que hay lectores y que por eso tantos libros de historia se vienen publicando desde finales de la década de 1980 con los aportes de Alfredo Seiferheld y de su recordada Editorial Histórica. Lo ideal es que el número de lectores crezca. Nuestra historia no es solo para saber, solo la verdad nos hace libres, sino para consolidar la autoestima de cada uno de nosotros.

-En general, ¿el paraguayo lee mucho, poco o nada?

  • Duele decir que si bien es cierto que hay una comunidad paraguaya de lectores que sostiene a las librerías, lejos estamos de la cantidad y calidad de lectores que deseamos para nuestro país. En los colectivos es muy raro notar un lector de libros; en España, siete de cada diez pasajeros van leyendo libros. En los centros comerciales, tampoco. Cuando vivía en Madrid veía a la gente sentada en las plazas leyendo. En Paraguay se lee poco.

-¿Por qué?

  • Lindo tema para los sociólogos, antropólogos, historiadores y hasta para los periodistas; ¿dónde se origina la resistencia a la lectura?, ¿en los hogares, en la escuela, en la sociedad toda? La sociedad paraguaya es de nuestro compromiso, de cada uno de los paraguayos. Si decimos que la sociedad es culpable, nos autoincriminamos y eso no está mal. Debemos reconocer que si no leemos, estamos contagiando el desinterés por la lectura a nuestro entorno y este, a su vez, a otros que terminan contaminando a todo el cuerpo social. Conclusión: creamos y sostenemos una comunidad que no quiere saber, que no quiere ser mejor.

-¿Y la política educacional qué papel juega en ese aspecto?

  • La buena voluntad se forja en casa, en las relaciones que uno cultiva y cosecha. Esa facultad es más personal y familiar que un capítulo en la política educacional. Debemos crear el clima adecuado para generar lectores, para sentir el agradable gusto del conocimiento. Dime con quién andas y te diré…

-…Quién eres…

  • Eso. Augusto Roa Bastos cruzó su adolescencia en la biblioteca de su tío Hermenegildo Roa. Ahí leyó, se enamoró no solo del libro propiamente dicho sino de su contenido. Dime con quién andas. ¿Se imagina lo que hubiese sido de Augusto Roa Bastos si su adolescencia forjaba con un tío rico pero pendenciero y violento? Claro, no un lector y luego un gran escritor sino un pendenciero y violento.

-Silvestre Aveiro también tomó el gusto a los libros en la biblioteca de Francisco Solano López.

  • La biblioteca de FSL fue la gran maestra del ilustre Aveiro, lo mismo que de Gregorio Benitez y Natalicio Talavera, que de jovencitos eran encargados de mantener ordenada la biblioteca y con la tarea de leer los libros. Vale muchísimo el entorno para amar los libros y, sobre todo, la lectura. En la compañía de lectores terminamos ineludiblemente accediendo al conocimiento.

– En un pensamiento mágico, ¿qué se debe hacer para ser buen lector de libros?

  • No hay más pensamiento mágico que el de desear leer. Promoviendo el deseo emerge la voluntad y con esta la acción. El hábito reina por repetición. Primero, una página, luego la siguiente, luego otro capítulo. Así vamos conociendo la luz de la sabiduría. No hay otra forma sino con el despertar y la puesta en acción de la mencionada facultad.

-Dicho esto, ¿en qué puesto juega la política educacional?

  • No juega, es el director técnico. Planifica, organiza, dirige, coordina, controla durante los años de instrucción, o sea, durante toda la preparatoria, para que finalmente, con la gimnasia del aprendizaje, participe en las grandes ligas.

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