A diferencia de años anteriores, los debates presidenciales del actual ciclo, el primero de los cuales tendrá un cara a cara el próximo 27 de junio en Atlanta, no organizará la Comisión de Debates Presidenciales sino por las cadenas de televisión que los emitan.
Los comités de campaña del presidente estadounidense Joe Biden y el magnate Donald Trump acordaron las reglas para el primer debate previo a la elecciones de noviembre, que será el 27 de junio organizado por CNN: durará una hora y media, no tendrá público y habrá micrófonos desactivables.
La plataforma estará presentada por los periodistas de la citada cadena Jake Tapper y Dana Bash.
El duelo a la Casa Blanca entre el actual presidente demócrata y el candidato republicano será en los estudios centrales de la cadena en la ciudad de Atlanta, en el estado de Georgia (sur), con una fecha fijada más temprano que lo que se acostumbra en estas instancias.
Un debate sin público
El canal informativo había indicado desde su anuncio en mayo que el debate se realizaría sin audiencia, la fórmula preferida por Biden.
También se informó que los equipos de campaña de ambos candidatos aceptaron otra serie de disposiciones, entre ellas la utilización de escritorios idénticos y los micrófonos desactivables para hacer respetar los tiempos de sus exposiciones.
“Los micrófonos se pondrán en silencio durante todo el debate, salvo para el candidato que tiene el turno de hablar”, precisó CNN, que añadió que los presentadores, Jake Tapper y Dana Bash, “utilizarán todas las herramientas a su disposición” para “hacer cumplir los tiempos y garantizar una discusión civilizada”.
El debate será de 90 minutos con apenas dos interrupciones publicitarias durante las cuales los equipos de campaña no podrán interactuar con los candidatos, según se precisó.
También estarán prohibidas las notas escritas con antelación en el plató, pero “los candidatos recibirán un bolígrafo, una libreta y una botella de agua” para la instancia.
Deben ser candidatos oficiales
Para cumplir con los requisitos de CNN para el debate, los candidatos deben ser elegibles para ser presidente conforme a la Constitución y haber presentado una declaración formal de candidatura a la Comisión Federal Electoral, algo que también cumplen los candidatos minoritarios Robert F. Kennedy Jr., Cornel West y Jill Stein.
Todos los participantes deben aparecer en un número suficiente de boletas estatales para alcanzar el umbral de 270 votos electorales para ganar la presidencia y recibir al menos el 15 % de apoyo en cuatro encuestas nacionales, algo que hace que solo Biden y Trump puedan participar, y que por el momento no cumple Kennedy, el tercer candidato presidencial más popular.
En abril pasado, las cinco mayores cadenas de televisión de Estados Unidos prepararon una carta conjunta para pedir a Biden y Trump que participaran en debates televisados, ante las especulaciones de que este año electoral no llegaran a un acuerdo para celebrar este tradicional cara a cara, desde hace décadas organizados por la Comisión de Debates Presidenciales y no por las cadenas directamente, como este año.
Organizar un debate presidencial en junio, antes de las convenciones de ambos partidos, que oficializan las candidaturas, no es algo común, pero esta campaña de primarias ha despejado el camino a Trump y a Biden desde la primavera.
ABC organizará el segundo y último debate presidencial en septiembre. Los debates presidenciales televisados es una tradición de Estados Unidos en todos los ciclos electorales desde 1976.
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