PARAGUAY/MARRUECOS, EN MEDIO DE ARGENTINA, ESPAÑA, URUGUAY Y PORTUGAL (VIII)
Ya saliendo de Marruecos con la responsabilidad de hacer efectiva la Asociación de Periodistas Latinoamericanos Amigos de Marruecos (APLAM), tengo la satisfacción personal de sentir la evolución positiva que conoce la cuestión del Sahara, que consolida también el continuo desarrollo que viven las Provincias del Sur.
Aunque esta vez solo llegue hasta Agadir, en las dos últimas visitas estuve bien al sur, hasta Dajla incluso, se percibe que las provincias son escenarios de un impulso general de desarrollo, ya sea en términos de infraestructuras o de proyectos económicos y sociales. Eso se constata, se percibe, se siente.
Con gusto y satisfacción, luego de firmar en su tiempo en el libro «Una mirada Latinoamericana sobre el Sáhara marroquí», es bueno escuchar que las distintas regiones del Sahara se convirtieron en regiones para el desarrollo y las inversiones, tanto nacionales como extranjeras.
Hoy la Asociación de Periodistas Latinoamericanos Amigos de Marruecos es un socio internacional para que América Latina entienda con claridad que Marruecos es la puerta grande en el enorme continente africano. Incluso los empresarios latinos deben saber olfatear en ambiente para hacer inversiones, dentro de la claridad y transparencia que permite el reino marroquí.
Los amigos periodistas tienen, igualmente, una visión clara de lo que representa esa dupla entre «Argelia y el polisario». Ya en próximos encuentro se irán informando aún más sobre el grado de manipulación en que están sometidos muchos inocentes en los campamentos de Tinduf en Argelia. Esos secuestrados son utilizados por el polisario y su padrino, Argelia, como instrumentos de chantaje político, lo que priva de toda credibilidad en su campaña de propaganda.
Ya lo decía en el libro y vuelvo a repetir hoy, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe poner punto final haciendo justicia con el Sáhara marroquí. Ya no cabe eso que partidarios del polisario sigan azuzando a la violencia con actividades hostiles contra el Reino. La paz se construye y consolida con obras y atención al pueblo, con calidad de vida para la población, y eso se da en Marruecos de norte a sur, de este a oeste.
Por: Ignacio Martínez
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