Trigo: avances en la siembra bajo un contexto climático variable

La Unión de Gremios de la Producción (UGP) en su último boletín, se hace eco sobre, los avances en la siembra de trigo, la cual sigue su curso con un ritmo variable según las regiones productivas. Los recientes días soleados han permitido a los agricultores avanzar en la siembra y en el cuidado de los cultivos que se encuentran en fase vegetativa. No obstante, la incertidumbre climática y otros factores están ejerciendo una presión considerable sobre los productores agrícolas.

El calendario agrícola anual avanza con la siembra de cultivos de invierno, incluyendo el trigo y abonos verdes que preparan el suelo para futuras plantaciones.

Las primeras parcelas de trigo están en fase vegetativa, mientras que otras aún esperan ser sembradas. Este año, la superficie destinada al trigo se ha visto limitada debido a varios factores.

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Cuidado de cultivos y avances en la siembra

Uno de los principales desafíos es la siembra sobre rastrojos de maíz y soja. Los retrasos en la cosecha de estos cultivos de segunda han limitado la disponibilidad de terreno para la siembra de trigo.

Orlando Gallas, Asistente Técnico en la Cooperativa Colonias Unidas, señala que, «mucho del trigo va sobre soja zafriña que ahora se está cosechando, por lo que el área de siembra va a ser mucho menor que el año pasado».

Además, las condiciones climáticas adversas y los altos costos de producción son otros factores que contribuyen a esta reducción. Después de un periodo de lluvias intensas que dificultaron el trabajo en el campo, las actuales condiciones de sol y altas temperaturas están favoreciendo el secado del suelo, lo cual es positivo para la siembra.

Sin embargo, se espera que en los próximos 8 a 10 días caigan lluvias que ayudarán al desarrollo del trigo.

Desafíos climáticos y económicos

El clima sigue siendo un factor determinante para los avances en la siembra y la producción agrícola. «Hace un mes teníamos mucha lluvia que nos dificultaba el trabajo y ahora estaremos necesitando de lluvia», afirma Gallas.

La ausencia de heladas en agosto es un buen augurio para el desarrollo del trigo, pero la variabilidad climática siempre es una preocupación.

En cuanto al maíz, aunque los días de sol están favoreciendo su desarrollo y secado, hay problemas adicionales como los ataques de cigarrita y los altos costos de las semillas.

«Debido a los altos precios de la semilla y los precios bajos de los granos muchos productores desistieron. Estamos preocupados por el futuro del maíz», comenta Gallas.

Perspectivas y buenas prácticas

No todo es desalentador en el campo paraguayo. Víctor Dickel, productor de Natalio departamento de Itapúa, ha reportado buenos resultados con la soja de segunda, obteniendo cerca de 2.600 kg/hectárea. En el caso del maíz, ha utilizado semillas mejoradas que han permitido un buen desarrollo de los cultivos. Dickel también está cultivando abono verde para el cuidado del suelo, el cual será destinado a la siembra de soja en la próxima zafra.

La adopción de nuevas tecnologías, el uso de semillas certificadas y la tecnificación en los procesos productivos se están convirtiendo en estrategias esenciales para enfrentar los desafíos climáticos y económicos. La sostenibilidad del trabajo agrícola en Paraguay dependerá cada vez más de estas innovaciones y de la capacidad de los productores para adaptarse a un entorno cambiante.